jueves, 6 de junio de 2024

"En los surcos del amor", de Carlos Guastavino

 "En los surcos del amor" es una bella canción para coro, compuesta por el argentino Carlos Guastavino. Es una canción de desamor, de cuya interpretación hablaremos un poquito más abajo. Pero primero escuchemos algunas versiones de este clásico coral:

Versión coral con partitura
Versión argentina, con una sonora dicción de la "ll" hilada rioplatense
Versión para coro
Versión para tenor y piano

Letra

En los surcos del amor,

donde se siembran los celos,

donde se siembran los celos,

he recogido pesares

nacidos de mis desvelos,

nacidos de mis desvelos.

¿En qué tribunal has visto, mal pagadora,

condenar a un inocente, bella traidora?

En los surcos del amor,

donde se siembran los celos,

donde se siembran los celos.

La canción corresponde al tópico de la celotypia, las canciones de amor (más bien, desamor) en las que uno de los amantes sufre a causa de esa enfermedad de la querencia que son los celos.

Si nos fijamos en la estrofa "¿En qué tribunal has visto, bella traidora, / condenar a un inocente, bella traidora?" parecen viables dos interpretaciones distintas de la canción:

1) El yo lírico, el que cuenta la historia (digamos: el rol masculino del poema) siente celos porque su amada es una "bella traidora", tontea con otros (o eso cree él).

2) El yo lírico se declara inocente ante la "bella traidora", la cual lo acusa a él injustamente de tontear con otras, es ella la que siente los celos.

Sin embargo, si leemos atentamente toda la canción, nos damos cuenta de que la interpretación 1) es más plausible: El rol masculino narrador empieza diciendo que, puesto que ha sembrado "celos" en los surcos del amor, ha recogido "desvelos", inquietudes, dolor. Por eso recrimina después a la causante de su desgracia, la "bella traidora". 

La canción responde así al esquema causa-efecto, como en el refrán "Quien siembra vientos, recoge tempestades". Aquí, quien siembra celos recogerá desvelos. Esta interpretación permite, además, entender que el culpable de su propia desgracia es el celoso, no la amada, pues él es quien alimenta el monstruo de los celos que, después, lo devora. Quien realmente es "inocente" es la bella y no el celoso amador, culpable de su propio proceso de autodestrucción.

Carlos Guastavino (Santa Fe, 1912-2000) fue un compositor y pianista argentino, muy amante de la música tradicional de su país. Procedía de una familia con aficiones musicales (sus padres tocaban guitarra y mandolina). Estudió en el conservatorio, viajó por el mundo y compuso algunos éxitos continuamente reeditados ("Pueblito, mi pueblo", "Se equivocó la paloma" y "Bailecito para piano", sobre todo). Sus canciones fueron interpretadas por los mejores, entre ellos: Victoria de los Ángeles, Joan Manuel Serrat, Alfredo Kraus, José Carreras, Teresa Berganza, Mercedes Sosa... 

Es posiblemente el representante más destacado del nacionalismo musical argentino, muchas veces premiado por sus contribuciones a la música y la cultura de su país. Escribió más de trescientas obras, para piano y guitarra, música de cámara, obras para orquesta, coro a capela o con piano, canciones para voz y acompañamiento... Además, hizo muchos arreglos de obras preexistentes.

Era un gran amante de la voz, le gustaba cantar y componía siempre de modo “coral”, polifónicamente. Puso música a muchos poetas: Alberti, Neruda, Gabriela Mistral, Juana de Ibarborou, León Benarós, Borges...


Más información:

miércoles, 5 de junio de 2024

"An Irish Blessing", una bendición irlandesa de James E. Moore

 "An Irish Blessing" es una canción para coro compuesta por James E. Moore, un brindis por el reencuentro de los amigos o los familiares, una petición de protección al Altísimo para que nuestros caminos sean favorables y podamos volver a reunirnos. Un clásico coral de gran belleza. Se suele cantar solo la primera estrofa en las versiones cortas. La segunda es una variación de la primera y repite el mismo estribillo de la canción, en donde se pide que ojalá quiera Dios tenerte "en la palma de su mano".


Lyrics

     May the road rise to meet you.

May the wind be always at your back.

May the sun shine warm upon your face,

the rains fall soft upon your fields.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

     May the sun make your days bright.

May the stars illuminate your nights.

May the flowers bloom along your path,

your house stand firm against the storm.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

Traducción

     Que el camino salga a tu encuentro.

Que el viento esté siempre tras tu espalda.

Que el sol brille y caliente tu cara,

que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

     Que el sol haga brillar tus días.

Que las estrellas iluminen tus noches.

Que las flores florezcan a lo largo de tu camino

y tu hogar aguante firme contra las tormentas.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

Esta inspirada canción, conmovedora y bellísima, es obra del músico americano contemporáneo James E. Moore (Virginia, 1951-2022), quien la tomó de la tradición celta irlandesa y la arregló muy acertadamente. Moore era un católico negro americano y su fe se advierte en esta maravillosa obra musical suya. Fue profesor de música y liturgia y director de coro.

Según se dice, la bendición de "An Irish Blessing" podría ser obra del mismísimo san Patricio, patrón de Irlanda. La literatura celta usaba imágenes de la naturaleza y hacía referencias a acciones de la vida diaria. Aquí, la canción nos habla de cómo Dios interactúa en el día a día de cada uno de nosotros y se nos desea la protección divina para nuestro caminar vital.