Los caballos negros son.  Las herraduras son negras.  Sobre las capas relucen   manchas de tinta y de cera.  Tienen, por eso no lloran,  de plomo las calaveras.  Con el alma de charol  vienen por la carretera.    ¡Oh ciudad de los gitanos!  ¿Quién te vio y no te recuerda?  Ciudad de dolor y almizcle  con las torres de canela.  ¡Oh ciudad de los gitanos!  ¿Quién te vio y no te recuerda?  Apaga tus verdes luces  que viene la benemérita.    La ciudad, libre de miedo,  multiplicaba sus puertas.  Cuarenta guardias civiles  entran a saco por ellas.  Los relojes se pararon  y el coñac de las botellas  se disfrazó de noviembre  para no infundir sospechas.    Por las calles de penumbra,  huyen las gitanas viejas  con los caballos dormidos  y las orzas de monedas.  Por las calles empinadas  suben las capas siniestras,  dejando detrás, fugaces,  remolinos de tijeras.    ¡Oh ciudad de los gitanos!  ¿Quién te vio y no te recuerda?  Dejadla lejos del mar  sin peines para sus crenchas.  ¡Oh ciudad de los gitanos!  ¿Quién te vio y no te recuerda?  Que te busquen en mi frente.  Juego de luna y arena.    Rosa la de los Camborios,  gime sentada en su puerta  con sus dos pechos cortados   puestos en una bandeja.  Pero la Guardia Civil  avanza sembrando hogueras,  donde joven y desnuda  la imaginación se quema.    ¡Oh ciudad de los gitanos!  ¿Quién te vio y no te recuerda?  Que te busquen en mi frente.  Juego de luna y arena.  ¡Oh ciudad de los gitanos!  La Guardia Civil  se aleja  por un túnel de silencio  mientras las llamas te cercan.
 
 
 
Bien, Laetitia. Ya conocíamos esta versión, porque en febrero de 2011 otro redactor la colocó en el blog. PUedes verla en el siguiente enlace: http://lenguavempace.blogspot.com/2011/02/ciudad-de-los-gitanos.html.
ResponderEliminarGracias de todas formas.
He vuelto a escuchar la canción y está muy bien, un rock muy potente y una letra estupenda. Gran fusión, Lorca y Marea.
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