lunes, 20 de febrero de 2012

La espada de Breno



Breno fue un jefe galo de la tribu de los cenones que, en el 387 a. C., sometió a los romanos en la batalla de Alia dominando toda Roma, excepto la colina Capitolina. Los romanos trataron de comprar la paz al galo y le ofrecieron mil libras de oro.


Según la leyenda, en la disputa por la balanza y las pesas con que se comprobó la entrega del tributo pacto, Breno desenvainó su espada y la colocó encima de los platillos, pronunciando la famosa frase "Vae victis!", "¡Ay de los vencidos!", demostrando que lo que decían los suyos era lo acertado y que los romanos debían acatarlo si no querían ser pasados por el hierro. 


La anécdota se ha convertido en la actualidad en un símbolo de que el ganador impone sus reglas al vencido.

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