miércoles, 4 de junio de 2014

"Abdicar", el verbo de la semana


Pues sí, esta semana sin duda el verbo más importante, el más escuchado y pronunciado ha sido "abdicar", de la primera conjugación. Un verbo que a Juan Carlos I le costaba conjugar, como sugiere la foto de arriba. Pero por fin ha aprendido. Y es que, chicos, en esta vida todo es aprender. Hasta para los reyes.

(Por cierto, aprovecho para recordar a mis alumnos que de momento solo existen tres conjugaciones, en -ar, -er, -ir, y que todavía no existen los verbos en -or, como algunos sugieren en los análisis sintácticos. Pero tranquilos, que ya los inventarán bien pronto los americanos, que son los que inventan todo, incluido el spanglish neo-bit que ahora se lleva).

Mesié le Ruá, Sa Mayesté Mayestática y Majestuosa, ha decidido abdicar en favor de su hijo, el Delfín, le Prince Encantador, uséase Felipe, que será rey con el nombre de Felipe VI.

Por cierto, repasando los guarismos, el primer Felipe fue el marido de Juana la Loca, "Flipe" el Hermoso, que hizo enfermar de amor a su joven esposa. El segundo, fue el grande, Felipe II, el constructor de El Escorial, esa joya arquitéctonica que pasa por ser la octava maravilla del mundo, o eso oíamos decir antaño los más antiguos del lugar. Vienen después los Austrias menores, Felipe III y Felipe IV, con los que el Imperio donde nunca se ponía el sol empezó a ir de... Bueno, digamos "cuesta abajo".

El primero de los Borbones, dinastía de origen galo (como Astérix y Obélix), hízose llamar Felipe Victoria, o sea, Felipe V, por aquello de la Victoria que obtuvo sobre su rival Carlos de Austria para conseguir la corona española, que había quedado vacante tras el fallecimiento de Carlos II el Estúpido; perdón, el Hechizado, que para eso fue Ruá y hay que respetar a Sus Majestades los Reyes, de Oriente y de Occidente. Al menos, mientras uno es niño y cree en los cuentos de hadas (luego ya creces y te encuentras casos Noos debajo de las alfombras).


Pero dejando la lección de historia y centrándonos en la gramática, me ha llamado la atención que el rey Juan Carlos I ha utilizado la expresión "comunico mi decisión de abdicar la corona de España", así, con un pedazo de complemento directo de libro que te quedas turulato. Yo, que soy plebeyo, pensaba que había que decir "abdicar de la corona", como cuando leemos en los libros de texto eso de que algún rey "abdicó del trono", sin ir más lejos Carlos I de España (y V de Alemania, que ya de aquellos tiempos viene nuestro atraso respecto de Europa), que se fue al monasterio de Yuste y dejó a la Corte, compuesta y sin Rey.

Pero el sabio instinto lingüístico de su majestad -en forma de secretario hacedor de discursos-, sobre todo en cosas de tronos, coronas y menudencias de ese tipo, es muy certero.


Veamos lo que dicen sobre el asunto los Super-Cicutas, los Sabios Óptimos Máximos, los académicos de la RAE. Tiramos de Diccionario y leemos:

ABDICAR
(Del lat. abdicāre).
1. tr. Dicho de un rey o de un príncipe: Ceder su soberanía o renunciar a ella. U. t. en sent. fig.
2. tr. Renunciar a derechos, ventajas, opiniones, etc., o cederlos.
3. tr. desus. Privar a alguien de un estado favorable, de un derecho, facultad o poder.

Copiamos también la definición de WordReference:

ABDICAR
  1. tr. Renunciar a un cargo o dignidad.
    ♦ Se construye con la prep. en: abdicó el reino en su hijo.
  2. Ceder, abandonar.
    ♦ Se construye con la prep. de: abdicó de sus creencias.
    ♦ Se conj. como sacar.
O sea, que el verbo puede ser transitivo, "abdicar la corona en alguien", o intransitivo, "abdicar del trono".
  • En el primer caso, insistimos en la idea de transferencia del tingladillo en alguien de confianza "El Rey abdicó la corona en su hijo". Vamos, que sigue habiendo continuidad monárquica.
  • En el segundo caso, simplemente hacemos más énfasis en la idea de renuncia, cese o abandono. O sea, algo así como "El Rey abdicó del trono y, a continuación, se proclamó la III República".
La primera opción es continuista, la segunda rupturista. ¡Vaya! ¿Y todavía hay alguien que piense que el correcto uso de la gramática es cuestión irrelevante? ¡Mira tú por dónde la diferencia entre Monarquía y República cabe en una preposicioncilla de nada! ¡Vivir para ver!

Otra palabra relacionada con abdicar es el sustantivo abdicación. Veamos de nuevo el DRAE:

abdicación.
(Del lat. abdicatĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de abdicar.
2. f. Documento en que consta la abdicación.

Y otra vez WordReference:

ABDICACIÓN
  1. f. Renuncia voluntaria a un cargo o dignidad, en favor de otra persona:
    abdicación de un monarca al trono.
  2. Documento en que consta la abdicación:
    se procedió a la transcripción de la abdicación.
Y acabo dando una serie de equivalencias y sinónimos de estas palabras, abdicación y abdicar, en varios idiomas:

  • abdication, abdicate, give up, resign, quit, renounce (en inglés),
  • abdication, abdiquer (en francés),
  • abdicação, abdicar o trono (en portugués)
  • ¡Vete pa casa! ¡Agapito, vete ya! (en maño)

Por cierto, el DRAE incluye un fantástico conjugador verbal, de manera que el interesado podrá ver la conjugación de "abdicar", un verbo que cambia "c" por "qu" en algunos tiempos: "abdicará", "abdiquemos", etc. Así que vamos a practicar, hala:


yo abdico
 tú abdicas
él abdica...

Y ahora todos juntos...


nosotros abdicamos,
vosotros abdicáis...

Pero me temo que da igual lo que yo diga. Como suele decirse, en este país, todavía hay muchos que piensan que "dimitir" es un nombre ruso. Y "abdicar", cosa de reyes. Así que ellos, a lo suyo. Por si acaso.



2 comentarios:

  1. Muy buen artículo. La cuestión ahora (y hace tiempo) es si los españoles abdicamos de nuestro derecho decidir o lo ejercemos.
    Saludos

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  2. Gracias por tu comentario, Miguel Ángel. Y sí, tienes razón. Ahora debería elegir el pueblo. Al menos, si queremos que esto sea una democracia de verdad.

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