martes, 2 de junio de 2020

Reescribiendo a los clásicos: los poemas de Emma González

El profesor Nicolás López, que es un gran docente, ha sugerido a sus alumnos que, a partir de la lectura de algún poema célebre de algún gran poeta, escribieran su versión.

Y aquí os dejamos estas dos maravillas escritas por la alumna de 1º ESO B Emma González.

Que lo disfrutéis. Y a ti, Emma, enhorabuena por tu sensibilidad. Gran trabajo.


Poema sugerido por la Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández

(Escrito en un día)
Ha amanecido y el día ha empezado
llorando tu muerte como mi vida,
donde ahora descansas estoy sentado.
Saciando la soledad del corazón
el hacha de tu muerte se me clava,
y sigo aquí porque tú eres la razón.
Las ramas de tu memoria y el viento
se enredan en mi mente y no te olvido.
sin ti, mi dolor crece al momento.
La muerte recoge las hojas secas
que un día sin piedad te derribaron,
y mi vida, dejando huella, besas.
Por ti me duele el alma, la vida
que lentamente me va consumiendo,
y las cenizas hoy queman tu risa.
Andando me encuentro tu calavera,
y no dudo un segundo y me pregunto
por qué formas parte de esa marea.
Si ahora tu cuerpo ahogado me escucha, 

retumbará mi voz sobre la nada.
Te invito a volver, la luna te arruga.
Mi dolor y agonía son tan grandes
que una pluma gris me derribaría
igual que piedras grises y gigantes.
Si no puedo volver a ver tu cuerpo
pediré al sol que baje aquí tu alma
para volver a sentarme en tu helecho.
Quiero navegar hasta donde te hallas
y subirme al cielo hasta encontrarte,
no quiero ver cómo ahora te acallas.
Quiero rascar hasta el último grano,
hasta la última flor de tu gran tumba,
la que ahora te tiene preso debajo.
Necesito verte por última vez
y hablar de todo una vez más contigo.
la tierra te tragó, a ti y a tu piel.
Desde que te fuiste me cuesta horrores
dormir tranquilo sin llorar tu muerte,
despellejando tu helecho de flores.
Viendo cómo lentamente te quejas
de la vil vida que te ha tocado,
esa muerte que a mi nombre te deja.
Ahora tu corazón late a mi ritmo
ya que ya estoy muerto sin tu presencia
igual que una brizna rota de lino.
Aún nos quedan cosas por disfrutar,
y aunque aún no tengo consuelo alguno
sé que tú estarás aquí si quiero hablar
y que me conoce más que ninguno.

Poema basado en Tu risa, de Pablo Neruda
Destrózame la vida,
pon mi muerte en tus manos,
no cambies tu sonrisa.
Déjame ver la curva,
esa que sonrojece
tus mejillas de pecas.
Quítame tú la vida,
y si eres quien me mata,
sonríe entonces por mí.

1 comentario:

  1. A Emma le gusta leer y escribe muy bien, tanto en prosa como en verso.
    Es un placer leer todo lo que Emma escribe.
    Espero que siga leyendo y escribiendo cada día mejor. Estoy seguro que será así.

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