En el vídeo que ofrecemos, se reproduce la famosa escena erótica, donde un caballero y una dama retozan alegremente enamorados en el jardín, mientras suena de fondo la música de Wagner. Los amantes se devoran, la doncella da rienda suelta a su lascivia al lado de una estatua y el anciano director de orquesta no siente solamente amor paternal por la chica, sino algo más.
En fin, un coctel subversivo que agitó las buenas conciencias de entonces. Corría el año 1930.
Pasen y vean.
¿Qué os ha parecido, avempacianos? Pues si veis este otro vídeo, con la secuencia final de la película, en él aparece un duque, el duque de Blangis, con sus doce apóstoles, que en este caso son "apóstolas". Su religión es la religión del amor, pero entendido este de una manera bien distinta a la tradicional. ¿Os recuerda a alguien?
Sigo diciendo que suena mejor "avempaceros" que "avempacinos" o "avempacianos".
ResponderEliminarVale, Ángela, ¿qué te parece si abrimos una encuesta para ver qué piensan los "avempaceros"? Lo que elijan será el término que usemos aquí, en Letr@aherida. ¿Hace?
ResponderEliminarJaja, bien, por mí bien.
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