El
príncipe Harry de Inglaterra, hermano del recién casado heredero
William, acaba de pasarse, durante este caluroso agosto, por
Mallorca, donde como un
guiri cualquiera, se ha cogido su
litrona de cerveza y... Tal cual la foto. ¡Ah, la canícula! ¡Cruel Lorenzo, cómo aprietas las principescas carnes!
La cosa es que los periodistas, que no pierden una, le han cambiado el nombre con
trueque vocálico de "y" en "a", y ahora el príncipe ha pasado a llamarse "
El príncipe Jarra". Bonita
paronomasia. ¡Para que luego digan que no sirven para nada las
figuras literarias!
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