martes, 1 de julio de 2014

"El huésped del Sevillano", 1926, de Jacinto Guerrero

"El huésped del Sevillano", zarzuela en dos actos del maestro Jacinto Guerrero, estrenada el 3 de diciembre de 1926 en el Teatro Apolo de Madrid, con libreto de Juan Ignacio Luca de Tena y Enrique Reoyo, tiene algunos de los números más célebres del género lírico español, como este "Coro de lagarteranas" que reproducimos aquí.



Por cierto, que el famoso "huésped" es nada más y nada menos que don Miguel de Cervantes, que está de paso por Toledo y se aloja en el Mesón del Sevillano.

Copio el argumento de la zarzuela de la Wikipedia:

En la imperial ciudad de Toledo, y a principios del siglo XVII, Juan Luis, un joven pintor de la corte, tiene el encargo del rey para que pinte una Virgen Inmaculada con destino al Real Oratorio. El artista espera encontrar en Toledo la modelo que le sirva para realizar su obra. Conoce a Raquel, mujer de belleza extraordinaria e hija de maese Andrés Munestein e inmediatamente queda prendado de su belleza: es la mujer que busca para su cuadro. El conde don Diego, aprovechando la salida de la joven Raquel de su casa, camino de la iglesia, la hace su prisionera, llevándosela al Mesón del Sevillano, en espera de la ocasión para sacarla de la ciudad.
El rapto de Raquel llena de indignación a Juan Luis, que está enamorado de ella. Constancica, moza del mesón, pone al corriente a Rodrigo, criado de Juan Luis, de todo lo que sabe respecto a la situación de Raquel: don Diego y sus secuaces preparan la fuga, huirán de la ciudad llevándose a su víctima. La llegada al mesón de un fraile encargado de transportar en una acémila varios hábitos con destino a su convento, le da la idea a Rodrigo de robar uno y disfrazarse de religioso para no despertar sospechas... La figura de Miguel de Cervantes está presente en el mesón como huésped. Confunde a Constancica con una gran señora disfrazada de fregona, y al darse cuenta de su error, surge en su mente la idea de escribir, como así lo hizo, su novela ejemplar.
El pobre Rodrigo es descubierto por el conde y sus hombres, quienes se disponen a apalearle. Es en este momento cuando la justicia llama a la puerta del mesón. Los bandidos se ven descubiertos, y es Rodrigo quien les promete salvarles si le indultan del apaleamiento. Ellos acceden y Rodrigo les hace que se disfracen también de frailes. Así lo hacen, y cuando penetran los corchetes en el mesón, se encuentran con los cinco religiosos, falsos por supuesto, que se disponen a mortificarse como es costumbre en ellos, según indica Rodrigo, quien, cogiendo un vergajo, va atizando vergajazos a uno y otro aventurero, incluido don Diego, hasta hacerles ver las estrellas. Cuando ya se ha cansado de pegar, la entrada de Juan Luis hace ver toda la verdad a los representantes de la ley, que se llevan detenidos a los malhechores. Raquel y Juan Luis ya no se separarán jamás. El pintor hará su obra más completa: pintará el cuadro que el monarca le encargó, pondrá todo su arte al servicio de los deseos reales... y se quedará con la modelo para siempre. El huésped del Mesón del Sevillano observa y capta la felicidad de unos y otros y su mente comienza a trabajar: se está incubando una de las más grandes obras literarias que escribiera el Príncipe de los ingenios.

La zarzuela tiene números muy famosos: "Fiel espada triunfadora", romanza que hizo famosísimo al tenor aragonés Miguel Fleta; el coro de lagarteranas, que reproducimos aquí; "Mujer de los negros ojos", romanza de Juan Luis que reivindica la belleza de la mujer morena española; coro de la chacona, etc.





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