El videoclip de Radio Futura es una pasada de inspiración gótica. No os lo perdáis. Está incluido en su álbum La canción de Juan Perro, de 1987.
Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar,
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee.
Y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.
Éramos sólo dos niños, mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia,
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad,
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.
Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel lee;
luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.
No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos,
y así paso la noche acostado con ella,
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores,
que saben más, como dicen, de las cosas de la vida.
Ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
separarán jamás mi alma del alma de Annabel Lee.
No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos,
y así paso la noche acostado con ella,
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
En aquel sepulcro, junto al mar,
en su tumba, junto al mar ruidoso.
Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar,
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee.
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee.
Y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.
Éramos sólo dos niños, mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia,
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad,
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.
Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel lee;
luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.
No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos,
y así paso la noche acostado con ella,
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores,
que saben más, como dicen, de las cosas de la vida.
Ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
separarán jamás mi alma del alma de Annabel Lee.
No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos,
y así paso la noche acostado con ella,
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
En aquel sepulcro, junto al mar,
en su tumba, junto al mar ruidoso.
Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar,
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee.
Y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.
que en amar y ser amada, ser amada por mí.
A continuación, os ofrecemos el texto en inglés original de Edgar Allan Poe, para que comparéis con la traducción que hicieron los hermanos Santiago y Luis Auserón para su versión con Radio Futura:
“Annabel Lee” (Edgar Allan Poe, 1849)
It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea
That a maiden there lived whom you may know
By the name of ANNABEL LEE;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.
I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my ANNABEL LEE-
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.
In a kingdom by the sea
That a maiden there lived whom you may know
By the name of ANNABEL LEE;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.
I was a child and she was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my ANNABEL LEE-
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.
And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful ANNABEL LEE;
So that her highborn kinsmen came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
My beautiful ANNABEL LEE;
So that her highborn kinsmen came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.
The angels, not half so happy in heaven,
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my ANNABEL LEE.
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
Chilling and killing my ANNABEL LEE.
But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful ANNABEL LEE:
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful ANNABEL LEE:
For the moon never beams, without bringing me dreams
Of the beautiful ANNABEL LEE;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
Of the beautiful ANNABEL LEE:
And so, all the night tide, I lie down by the side
Of my darling – my darling- my life and my bride,
In her sepulchre there by the sea,
In her tomb by the sounding sea.
Of the beautiful ANNABEL LEE;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
Of the beautiful ANNABEL LEE:
And so, all the night tide, I lie down by the side
Of my darling – my darling- my life and my bride,
In her sepulchre there by the sea,
In her tomb by the sounding sea.
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