DOS BICICLETAS
Como dos bicicletas bien aparcadas,
así dormimos juntos sobre la cama.
Como siempre jugamos a adivinanzas,
engañamos al tiempo y le hacemos trampas.
Hay un pueblo perdido bajo las aguas,
aún se oye el tañido de su campana.
Huele a romero, hierbabuena y albahaca,
tu alma tiene la edad de lo que amas.
Dos bicicletas enamoradas
tocan el timbre de madrugada.
Como aquellos dos niños que se besaban,
el volcán despertó y los cubrió de lava.
Luciérnagas que tiemblan bajo la escarcha,
yo soy tú, tú eres yo, sobran las palabras.
Dos bicicletas enamoradas
tocan el timbre de madrugada.
Duerme, princesa, mira que pasa
la luna en llamas por la terraza.
Dos bicicletas enamoradas
tocan el timbre de madrugada.
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