domingo, 6 de febrero de 2011

PEDRO LAÍN ENTRALGO Y EL ENSAYO ESPAÑOL

He leído estos días el libro de Agustín Albarracín Pedro Laín, historia de una utopía (Madrid, Espasa-Calpe, 1994) y encuentro en él cosas muy interesantes. Por ejemplo, en las pp. 153-154, don Pedro teoriza sobre qué sea el ensayo:

«Para algunos, el ensayo es una especie de "género chico" de la literatura. Yo, siguiendo a Marañón, pienso que lo más serio que hacemos los hombres es ensayar y ensayar. Pero también pienso que el cultivo del ensayo debe llevar dentro de sí, en una u otra medida, la aspiración al sistema. Sí; si el ensayo es, como he dicho en alguna ocasión, una "sugestiva teoría de urgencia", el ensayista tiene la obligación de hacer alguna vez explícitas, ya sin urgencia, las razones de esa sugestión y esa teoría. Como escritor que jamás acaba de poseer su oficio, he compuesto una y otra vez ensayos o ensayuelos sobre las personas, las obras y las cosas que la vida ha ido poniendo junto a mí. He dicho en alguna ocasión que estoy condenado a ser ensayista, porque no acierto a evitar que a mi inteligencia la seduzcan temas muy distintos y porque siempre termino mis ensayos, sea cualquiera su extensión, pensando que debería componerlos de nuevo. (...) ¿Palabras vanas y fugaces, las muchas que en el ejercicio de mi oficio he escrito o pronunciado? Por su valor, casi siempre; aunque me halle bastante lejos de ser un beato de la humildad, conozco bien el radio de mis propios límites. Pero si es cierto que "el amor nunca se extingue", como enseña San Pablo, algo quedará de ellas, porque siempre o casi siempre ha sido una forma de amor —a la verdad, a la dignidad de ser hombre, a mi país, a una actividad humana, a tal o cual persona, próxima a mí o de mí distante— lo que en definitiva las ha determinado.»


¿Bonito, verdad? Destaco algunas ideas que pueden ser útiles para el comentario de texto, sobre todo en 2º de Bachillerato (PAU):

  • el ensayo, si se hace con seriedad, no es un "género chico", no son palabras de urgencia poco reflexivas, escritas sin pensar, sino que puede tener un gran valor intelectual;
  • el ensayo remite a una teoría más amplia, en ese sentido es como el artículo periodístico (que se llama así precisamente porque está "articulado" con un todo mayor, que sería la teoría general, la preceptiva, la ideología con sus principios y sus prejuicios, desde la que escribimos y opinamos);
  • el método del ensayo y el error es el que ha hecho progresar a la ciencia y el fundamento mismo del aprendizaje y la educación. Esto da un aire de provisionalidad a todas las afirmaciones. Conviene que haya herejes, que decía San Pablo. No es bueno el dogmatismo, sí el falsacionismo popperiano. Ensayar y ensayar es el camino para el éxito. ¡Ánimo, pues, avempacianos, y a ello!
  • Laín, cristiano profundo, siempre defendió que el motor del mundo era el amor. Es el amor al prójimo y a la verdad el que ha impulsado, también, a la ciencia y el que motiva la escritura y el ensayo. Es por amor por lo que el científico, el inventor, el escritor... hacen su obra.
Y ya que se acerca san Valentín, aquí lo dejo, con esta imagen amorosa y con una pregunta: ¿Existe un solo tipo de amor?

¿Qué creéis, avempacianos? Escribid y contádnoslo, porfa.


2 comentarios:

  1. Está claro que no existe un único tipo de amor.

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  2. Pues sí, estoy de acuerdo: se habla mucho del "amor erótico" o de contacto y del "amor platónico" o de lejos, pero además hay por lo menos el "amor amistad", el "amor costumbre", el "amor pasión"... En fin, deberíamos hacer un catálogo

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