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Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid..." es un dicho popular con el que se critica a alguien que dice algo que no tiene nada que ver con lo que se estaba hablando hasta el momento. Es decir, critica a los amigos de las 
digresiones, a los que se van "
por los cerros de Úbeda", a los partidarios de "
irse por las ramas" o de "
salirse por la tangente" ante una pregunta incómoda.
Bueno, pues aprovechando que el 
Pisuerga pasa por 
Valladolid, voy a hablar de la ciudad de 
Pisuerga, la antigua 
Pucela, que ha dado nombre a 
vallisoletanos o 
pucelanos.
Valladolid se ha convertido en una poderosa metrópolis, sede autonómica de 
Castilla y León. En estos últimos años, sus infraestructuras se han desarrollado, tiene un anillo de circunvalación completo y está unida por autovía a las demás capitales de la autonomía castellana:
 León, Zamora, Salamanca, Palencia, Burgos, Segovia, Ávila... Y pronto estará completa la autovía que la unirá con 
Soria.
La mejor manera para un amante de la literatura de celebrar el 
día del libro, 
23 de abril, es visitando la casa de 
Cervantes en 
Valladolid. Comprada por el estado español gracias al 
marqués de la Vega-Inclán, quien también promovió la compra de la casa del 
Greco, en 
Toledo, y la construcción del 
museo romántico, en 
Madrid. El 
marqués comprometió a su amigo el millonario norteamericano 
Archer Huntington, el de la 
Hispanic Society de Nueva York, gran amante de las cosas de España, sin cuya ayuda financiera no habría sido posible la operación.
La casa de 
Cervantes no estaba en el mejor rincón de la ciudad, más bien al revés, en una zona entonces cercana al río y sensible a las crecidas, donde además había malos olores y focos infecciosos, pues estaba cerca el matadero. Además, a las puertas de su casa apareció agonizante el caballero
 Gaspar de Ezpeleta, con fama de mujeriego, herido de muerte, quien finalmente murió a los dos días. Así que la justicia, enterada de que el escritor vivía con cuatro mujeres de su familia, que recibían frecuentemente visitas de algunos caballeros y que tenían dudosa reputación, encerraron a 
Cervantes y otros vecinos del inmueble.
Además, es posible visitar en 
Valladolid la casa de 
Colón, donde murió el almirante. Allí se puede recorrer el itinerario vital del glorioso descubridor.
Y también se puede ver la 
casa natal de José Zorrilla, el autor de 
Don Juan Tenorio, Una visita guiada que no hay que perderse.
De 
Valladolid fueron también la escritora 
Rosa Chacel, las actrices
 Lola Herrera y 
Concha Velasco, el poeta 
Jorge Guillén, el periodista 
Francisco Umbral, 
José Jiménez Lozano, el autor teatral 
José Luis Alonso de Santos, el filósofo 
Julián Marías, el filósofo 
Gustavo Martín Garzo, el erudito 
José María de Cossío, la autora de literatura infantil 
Pilar Mateos, el poeta 
Francisco Pino, el grupo de rock 
Celtas Cortos., el folclorista 
Joaquín Díaz, el grupo folk 
Nuevo Mester de Juglaría  Y, sobre todo, el escritor y académico 
Miguel Delibes, cuya novela 
El hereje está ambientada en la ciudad castellana. En la oficina de turismo organizan el itinerario por la ciudad siguiendo el argumento de la novela.
En fin, que hay muchas razones para perderse algunos días por la capital castellana: el 
Museo Nacional de Escultura, con los pasos e imaginería de 
Gregorío Fernández, Alonso de Berrugete y 
Juan de Juni; el 
Museo de Arte Contemporáneo; la 
Universidad; el
 Museo oriental; el de 
Arte Africano; la 
catedral herreriana; el 
museo diocesano; la 
plaza mayor; el parque 
Campo Grande; la
 real chancillería; el monasterio de las 
Huelgas Reales; el 
pasaje Gutiérrez; el 
Museo de Ciencia, las instalaciones de 
FASA-RENAULT, las del periódico decano de la prensa española 
El Norte de Castilla, etc.
En 
Valladolid nacieron el 
conde Ansúrez, fundador de la ciudad; la reina 
María de Molina; 
san Pedro Regalado; el rey 
Enrique IV; el emperador
 Felipe II, que ordenó el traslado de la corte de 
Valladolid a 
Madrid; etc.
También fue en 
Valladolid la famosa controversia entre 
fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios, y el doctor 
Ginés de Sepúlveda, que defendía la conquista militar sobre todas las cosas.
En 
Valladolid se casaron en secreto, en 1469, los 
Reyes Católicos, para evitar las suspicacias de la nobleza.
Más información:
- El País-Aguilar, Ciudades con encanto. Valladolid. Madrid, El País-Aguilar, 2009.