Es un fenómeno heterogéneo donde coexisten diversas interpretaciones sobre cómo “volver a los orígenes del Islam”. Los principios de todas estas doctrinas consisten en restaurar la grandeza del Islam, reislamizar a las sociedades musulmanas desde la más estricta ortodoxia y la aspiración de crear estructuras políticas que velen y promuevan la realización de dichos principios. El ámbito de actuación puede ser únicamente regional, pero todas las líneas coinciden en el deseo de lograr la unión de todos los musulmanes, y la voluntad de extender el Islam por todo el planeta.
Sus objetivos suelen ser a medio plazo, pasan por derrocar a los gobiernos liderados por musulmanes moderados que ellos consideran apóstatas, impíos y corruptos, por ser tibios e hipócritas y ser aliados de occidente.
Según ellos, la única forma de rehabilitar a los occidentales es asesinarlos en número suficiente para que su conversión y sumisión sea verdadera y humilde.
Los métodos utilizados para conseguir sus fines son muy variados, siendo los más destacables los atentados terroristas producidos en territorio occidental, con los que buscan un gran impacto mediático. Por esa razón, suelen producirse frecuentemente de madrugada o a primera hora de la mañana, para que tengan la máxima repercusión en los medios de comunicación a lo largo del día. Pretendiendo siempre crear una sensación de enorme terror con la que forzar o chantajear la opinión y voluntad de los gobiernos y sociedades hostiles a sus doctrinas.
Una de las tácticas habituales entre los yihadistas es el atentado suicida. Esta táctica se emplea normalmente contra civiles, soldados y funcionarios gubernamentales de los regímenes que superan en poder a los yihadistas y se oponen a sus exigencias. Los secuestros de grandes grupos de rehenes, en lugares públicos, como en Beslán o en grandes vehículos de pasajeros, principalmente aviones también son empleados.
Junto con los secuestros en masa, los terroristas yihadistas han hecho uso extensivo de la publicidad de los secuestros individuales finalizados con ejecuciones extremadamente sangrientas, normalmente decapitaciones de los secuestrados con un cuchillo, que a menudo son acompañadas de gritos de ¨Allah-u-Akbar¨, Alá es grande.
LOS ATENTADOS MAS SANGRIENTOS DEL SIGLO XXI
El siglo XXI arrancó con un atentado-catástrofe impactante, el 11-S, que imprimió un cambio radical a nuestras vidas y a la percepción de nuestra propia seguridad. Desde entonces, apenas existen hoy día lugares totalmente seguros frente a la amenaza del terrorismo.
- El 11 de septiembre de 2001, el mundo se quedó atónito viendo cómo se desplomaban las torres gemelas de Nueva York. Un grupo de 19 integrantes de la red yihadista Al Qaeda quiso golpear al "imperialismo y capitalismo" americano, para lo cual secuestró 4 aviones y los dirigió contra los rascacielos, cobrándose la vida de más de 3.000 personas, mayormente civiles. Más de 6.000 personas resultaron heridas.
- La Crisis de los rehenes del Teatro Dubrovka sacudió Moscú el 23 de octubre de 2002, cuando el teatro estaba en plena función, se produjo un secuestró de 914 personas.
- El 6 de febrero de 2004, se registró la explosión más mortífera hasta ahora en el metro de Moscú. Murieron 41 personas y más de 250 resultaron heridas.
- El 11 de marzo de 2004, Madrid, la capital de España, sufrió un espantoso atentado terrorista múltiple contra la estación de trenes de Atocha. En apenas tres minutos Madrid sufrió el mayor atentado terrorista perpetrado jamás en España, también conocido como 11-M. Estallaron 10 bombas en las líneas de trenes de Madrid, en las que murieron 192 personas y hubo 18000 heridos.
- El 1 de septiembre de 2004, tuvo lugar un atentado terrorista, posiblemente uno de los más cruentos de la historia, conocido como 'la masacre de Beslán'. En la ciudad rusa de Beslán, en Osetia del Norte, un grupo de terroristas entró a la escuela de la ciudad. Los asaltantes tomaron como rehenes a 1.181 personas, la mayoría de ellos menores de entre 7 y 18 años. Durante tres días, los retuvieron sin agua ni comida, hasta el asalto final del edificio, que tuvo lugar el 3 de septiembre, cuando se produjo un tiroteo entre los secuestradores y las fuerzas de seguridad y dos bombas explotaron en la sala deportiva donde se encontraban los rehenes, dejando más de 370 muertos (172 de ellos niños) y cientos de heridos.
- El 7 de julio de 2005, en Londres, la capital británica, 4 bombas estallaron en estaciones del metro y en unidades de transporte cuando la gente celebraba en las calles la designación de la ciudad como sede para los Juegos Olímpicos. 56 personas perdieron la vida, entre ellos los cuatro terroristas suicidas.
- Los atentados de noviembre de 2008, en Bombay, consistieron en diez ataques terroristas coordinados perpetrados en la capital financiera de la India, entre el 26 y el 29 de noviembre. En total, en la serie de atentados perecieron 195 personas y casi 300 resultaron heridas.
Sin nombrar la continua guerra que hay en Siria e Irak entre los yihadistas y el gobierno de los distintos países, que lo pagan los habitantes de ambos países. Pero eso no interesa a la prensa sacarlo, ¿Por qué? ¿Cuándo van a parar de matar a personas inocentes? ¿CUÁNDO?
El yihadismo es un tema complejo y polémico. Y muy sangriento. Las soluciones son, sin duda, complejas. Pero inevitablemente, nuestros gobernantes deben darle prioridad a la lucha por la paz, el control de las armas, las políticas de integración de los países musulmanes...
ResponderEliminarEs horrible que en pleno siglo XXI haya que seguir lidiando con cuestiones como estas. Sin embargo, considero que el enfoque de los medios en ocasiones no es el más adecuado; ya que resta importancia a lo que sufren países en guerra constantemente, centrandose en lo que afecta a Europa; además tiende a la generalización que puede acabar en islamofobia. Espero que pronto acabe esta pesadilla para todo el mundo.
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