miércoles, 9 de diciembre de 2015
Veremundo Méndez Coarasa, poeta cheso
Los chesos son los habitantes del Valle de Hecho (Val d’Echo, en aragonés). Allí tienen una variante especial de la lengua aragonesa, la fabla chesa.
El aragonés es hoy la lengua minoritaria más amenazada de Europa. Así que, si luchamos para evitar la desaparición de especies animales en peligro de extinción, ¿por qué no habríamos de luchar para evitar la desaparición de un rico patrimonio lingüístico que se está quedando sin hablantes?
Afortunadamente, hay esfuerzos dignos de mención en la lucha contra la globalización el “anglicidio” al que nos somete el mundo de hoy. Por ejemplo, el trabajo silencioso de instituciones como el Estudio de Filología Aragonesa. O la sección semanal en Heraldo Escolar que se titula “Aprender y conoixer l’aragonés” y que se publica en el diario zaragozano Heraldo de Aragón desde hace algún tiempo.
El miércoles, 5 de diciembre de 2015, publicó dicha sección un bonito poema en aragonés cheso, titulado “La truita” (“La trucha”, 1958), obra de Veremundo Méndez Coarasa (1897-1968), un poeta que dedicó muchas de sus creaciones a la pesca (“Lo pescataire Patraco” (1934), por ejemplo) o a su tierra natal (Val d’Echo, 1958; Los mios recuerdos). Reproducimos aquí algunos fragmentos:
La truita
Chugaba'n una badina
una truita muy grañeta,
con peso de siete libras
que feba goyo vierla.
Yera tres palmos de larga
con seis dedos de lomera,
con la tripa blanquiñosa
y de tiempo no muy viella;
de color pintorrotiada
con gañas coloradetas,
de ancha y polida coda,
de aletas finas y estreitas;
con güellos grans y retunos,
con diens cortantes de sierra,
con una bocaza gran
que pa cazar heba abierta.
Iba y veniba por l'agua
nadando como qui yera,
fendo embestidas a ormino
a otras truitas más chiquetas,
que fuiban como diaples
si la columbraban a ella,
aventadas río abaxo
u por do más bien podeban.
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