lunes, 24 de abril de 2017

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...


"Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid..." es un dicho popular con el que se critica a alguien que dice algo que no tiene nada que ver con lo que se estaba hablando hasta el momento. Es decir, critica a los amigos de las digresiones, a los que se van "por los cerros de Úbeda", a los partidarios de "irse por las ramas" o de "salirse por la tangente" ante una pregunta incómoda.

Bueno, pues aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, voy a hablar de la ciudad de Pisuerga, la antigua Pucela, que ha dado nombre a vallisoletanos o pucelanos.

Valladolid se ha convertido en una poderosa metrópolis, sede autonómica de Castilla y León. En estos últimos años, sus infraestructuras se han desarrollado, tiene un anillo de circunvalación completo y está unida por autovía a las demás capitales de la autonomía castellana: León, Zamora, Salamanca, Palencia, Burgos, Segovia, Ávila... Y pronto estará completa la autovía que la unirá con Soria.

La mejor manera para un amante de la literatura de celebrar el día del libro, 23 de abril, es visitando la casa de Cervantes en Valladolid. Comprada por el estado español gracias al marqués de la Vega-Inclán, quien también promovió la compra de la casa del Greco, en Toledo, y la construcción del museo romántico, en Madrid. El marqués comprometió a su amigo el millonario norteamericano Archer Huntington, el de la Hispanic Society de Nueva York, gran amante de las cosas de España, sin cuya ayuda financiera no habría sido posible la operación.

La casa de Cervantes no estaba en el mejor rincón de la ciudad, más bien al revés, en una zona entonces cercana al río y sensible a las crecidas, donde además había malos olores y focos infecciosos, pues estaba cerca el matadero. Además, a las puertas de su casa apareció agonizante el caballero Gaspar de Ezpeleta, con fama de mujeriego, herido de muerte, quien finalmente murió a los dos días. Así que la justicia, enterada de que el escritor vivía con cuatro mujeres de su familia, que recibían frecuentemente visitas de algunos caballeros y que tenían dudosa reputación, encerraron a Cervantes y otros vecinos del inmueble.





Además, es posible visitar en Valladolid la casa de Colón, donde murió el almirante. Allí se puede recorrer el itinerario vital del glorioso descubridor.

Y también se puede ver la casa natal de José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio, Una visita guiada que no hay que perderse.

De Valladolid fueron también la escritora Rosa Chacel, las actrices Lola Herrera y Concha Velasco, el poeta Jorge Guillén, el periodista Francisco Umbral, José Jiménez Lozano, el autor teatral José Luis Alonso de Santos, el filósofo Julián Marías, el filósofo Gustavo Martín Garzo, el erudito José María de Cossío, la autora de literatura infantil Pilar Mateos, el poeta Francisco Pino, el grupo de rock Celtas Cortos., el folclorista Joaquín Díaz, el grupo folk Nuevo Mester de Juglaría  Y, sobre todo, el escritor y académico Miguel Delibes, cuya novela El hereje está ambientada en la ciudad castellana. En la oficina de turismo organizan el itinerario por la ciudad siguiendo el argumento de la novela.

En fin, que hay muchas razones para perderse algunos días por la capital castellana: el Museo Nacional de Escultura, con los pasos e imaginería de Gregorío Fernández, Alonso de Berrugete y Juan de Juni; el Museo de Arte Contemporáneo; la Universidad; el Museo oriental; el de Arte Africano; la catedral herreriana; el museo diocesano; la plaza mayor; el parque Campo Grande; la real chancillería; el monasterio de las Huelgas Reales; el pasaje Gutiérrez; el Museo de Ciencia, las instalaciones de FASA-RENAULT, las del periódico decano de la prensa española El Norte de Castilla, etc.

En Valladolid nacieron el conde Ansúrez, fundador de la ciudad; la reina María de Molina; san Pedro Regalado; el rey Enrique IV; el emperador Felipe II, que ordenó el traslado de la corte de Valladolid a Madrid; etc.

También fue en Valladolid la famosa controversia entre fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios, y el doctor Ginés de Sepúlveda, que defendía la conquista militar sobre todas las cosas.

En Valladolid se casaron en secreto, en 1469, los Reyes Católicos, para evitar las suspicacias de la nobleza.

Más información:

  • El País-Aguilar, Ciudades con encanto. Valladolid. Madrid, El País-Aguilar, 2009.

1 comentario:

  1. Una entrada muy interesante, José Antonio, no tenía ni idea de la riqueza cultural que tenía Valladolid pero ahora que lo sé me entran ganas de ir a visitarla y perderme por ella.

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