Hoy me gustaría utilizar esta herramienta de comunicación para exponer una pequeña reflexión literaria; y saber, si hay alguien que la comparta, o que por el contrario, discrepe:
La literatura, al igual que muchos otros aspectos de nuestra sociedad, viene regida por las modas. A lo largo de la historia distintos géneros literarios se han impuesto por encima de otros, desde las tragedias amorosas del Romanticismo, pasando por el auge de la novela policiaca, hasta llegar a nuestros tiempos. Creo que podríamos afirmar con bastante seguridad que el género literario del siglo XXI por excelencia se trata de la distopía juvenil.
Entendemos distopía como una visión pesimsta sobre una posible sociedad futura; ya hace años encontramos los primeros ejemplos de novelas distópicas como 1984 de George Orwell, o Un mundo feliz de Aldous Huxley. En esta época utilizaban este tipo de relatos como medio educativo de la sociedad, que dejase huella con su mensaje de la necesidad de cambio.
Sin embargo, actualmente el ritmo de publicación de este tipo de novelas ha aumentado vertiginosamente, tal es así que parece que el mensaje de cambio se esté perdiendo, quedando reducido simplemente a un producto económico para los jovenes lectores, (mayores consumidores de este género)
Podríamos considerar que esto resulta en parte beneficioso, ya que incentiva a los jóvenes a leer. No obstante, dudo que estos escritores partidarios de la novela distópica actual, tengan alguna intención revolucionaria o educativa; más bien parece que se suben al carro de la tendencia, creando universos repetitivos y tramas ya agotadas.
Yo, como lectora joven, no me considero inocente de este crimen. En efecto, he devorado muchas novelas como Divergente de Veronica Roth, o Los juegos del hambre de Suzanne Collins; y por muy consciente que sea de que están presentando la misma idea una y otra vez, sigo cayendo en la trampa de leerlo. Otra evidencia de que el único motivo por el cual muchos nuevos escritores se decantan por este género reside en generar beneficios económicos, se trata del hecho de que la mayoría de estos éxitos en venta son sagas o trilogías, que vienen seguidos de sus respectivas secuelas o adaptaciones cinematográficas; ¿podría tratarse esto tan solo de una estrategia de marketing? ¿estamos sobrexplotando el mundo de las distopías, llenándonos de pensamientos negativos ya más que utilizados? Tal vez sea el momento de comenzar con una nueva línea argumentativa más positiva basada en las utopías; o directamente, de cambiar de género dominante. Al fin y al cabo, el mundo literario es demasiado rico como para quedarnos atascados en una de sus muchas posibilidades.
Una entrada muy sugerente y llena de contenido, se presta al comentario. En efecto, mejor sería que soñáramos utopías en lugar de retratar hipotéticas y futuribles distopías. Es también evidente que en todo ello hay mucho de márketing (o "mercadotecnia", que es palabra más castiza), aunque puede haber reflexiones distópicas que hagan pensar. Por ejemplo, estoy pensando en "La isla", que hace pensar en la bioética y plantea el tema de los límites de la ciencia y la manipulación genética.En fin, lo dicho: que tu entrada hace pensar. Y eso solo lo consiguen los textos de calidad.
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