Una de mis alumnas me ha hecho llegar este cuentecillo que hace pensar:
"Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba trabajando en su salón muy concentrado, cuando su hijo pequeño entró y le interrumpió. El padre le dijo que estaba trabajando, pero el niño no abandonaba la sala.Esta historia es estupenda para hablar de ella en clase planteándose entre todos preguntas como:
Entonces, el padre vio una revista con el dibujo de un mapa con el mundo y pensó que si lo rompía en trozos y le pedía a su hijo que lo reconstruyera, éste dejaría de molestarle.
Recortó el mapa y se lo entregó, pensando que tardaría días y días en hacerlo.
A los 10 minutos, apareció el niño y le dijo que ya lo había terminado.
El padre, incrédulo, le preguntó cómo era posible que lo hubiese hecho si no sabía dónde estaban los países ni cómo era el mundo.
El niño le explicó que, cuando había arrancado la hoja de la revista, se había fijado en que detrás del mapa había la cara de un hombre, que él no sabía cómo era el mundo, pero sí que sabía cómo era el hombre.
Cuando consiguió arreglar el hombre, dio la vuelta a la hoja y descubrió que había arreglado el mundo."
- ¿A qué creéis que se refería el niño con que había arreglado el mundo?
- ¿Creéis que hay cosas en el mundo que hay que arreglar?
- ¿Qué puedo hacer yo para arreglar el mundo?
- ¿Qué valores conozco?
- ¿Qué valores puedo utilizar para mejorar el mundo?
- ¿Quiénes tienen mejores ideas para arreglar el mundo, los adultos o los niños?
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