sábado, 17 de diciembre de 2016

"Romeo y Julieta", el tema eterno

La historia de los desgraciados amantes de Verona ha tenido muchas versiones, desde que Shakespeare la hiciera universal. Leonard Bernstein se inspiró en esta historia para su West Side Story, ambientada en el Bronx. Dos amantes en los barrios bajos. Pero es que en los años 80 el grupo de rock Dire Straits hizo su versión. Impresionante.


Comparemos ahora dos fragmentos. Uno, de Shakespeare y el segundo, de Dire Straits. ¿A ver?

JULIETA: ¿Quién eres tú, que así, encubierto por la noche, de tal modo vienes a dar con mi secreto?
ROMEO: No sé qué nombre darme para decirte quién soy. Mi nombre, santa querida, me es odioso, porque es un contrario tuyo. Si escrito lo tuviera, haría pedazos lo escrito.
JULIETA: ¿Cómo has entrado aquí? ¿Con qué objeto? Responde. Los muros del jardín son altos y difíciles de escalar: considera quién eres; este lugar es tu muerte si alguno de mis parientes te halla en él.
ROMEO: ¡Ay! Tus ojos son para mí más peligrosos que veinte espadas suyas. Dulcifica sólo tu mirada y estoy a prueba de su encono. […]
ROMEO: En mi favor está el manto de la noche, que me sustrae de su vista; y con tal que me ames, poco me importa que me hallen en este sitio. Vale más que mi vida sea víctima de su odio, que el que se retarde la muerte sin tu amor.
(Romeo y Julieta, de William Shakespeare)

Romeo, enfermo de amor, canta una serenata callejera,
deprimiendo a todo el mundo con su canción de amor.
Encuentra una farola, sale de las sombras, y dice algo así como:
«¿Qué hay de nosotros, nena?».
Julieta dice: «¡Ah! ¡Es Romeo!
casi me matas del susto».
Él, bajo la ventana.
Ella canta «¡Laralá! Mi chico ha vuelto».
No deberías venir por aquí,
despertando a la gente con tus canciones.
Julieta, cuando nos amábamos, solías llorar.
Te decía: «Te quiero como a las estrellas del firmamento.
Te querré hasta la muerte».
(Dire Straits)

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