Era una fiesta del pueblo entero en la que todos participaban. El comienzo de la fiesta se celebraba en la iglesia parroquial, donde después de trasladaba a la calle, que esta era el escenario principal. Todos salían de sus casas disfrazados, donde casi siempre se empezaba en la plaza.
Todo el recorrido solía ir acompañado de música. Cualquier instrumento era válido. El recorrido discurría ruidosamente por las calles improvisando orquestas, bailando y brincando. Normalmente terminaba en la plaza.
Antiguamente se hacía un muñeco con paja y telas que al final se quemaba.
Se distinguían disfraces de dos tipos:
- El disfraz de "Toledo": consistía en un cernedor que se colocaba en la cabeza, todo aquel que lo llevase lo sostenía con las manos. Luego se cubría con una sábana. Delante de la cabeza se ponían dos cuernos y detrás un cañón. Su misión era encorrer a todo el mundo, en particular a las chicas.
-"As Mortallas": Estos personajes salían de noche, algo antes del carnaval. El disfraz consistía en una sábana blanca sobre el cuerpo. Iban tocando una esquila para asustar a la gente. Estos representaban a los espíritus de los muertos.
Cuando alguien no se disfrazaba y los de la ronda los veían se encargaban de enmascarares la cara de ceniza, especialmente si se trataba de mujeres que fuese bien arregladas para que esto fuese más divertido.
El fin del carnaval ansotano venía dado por el miércoles de ceniza, en donde el "Toledo", esparcía la ceniza.
Durante el carnaval se gastaban bromas y se hacían algunas travesuras. Los mozos encorrían a las mozas para ensuciarles, y cuando cogían a alguien intentaban sacarle una muela, haciendo de este rato una situación apurada.
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