sábado, 12 de marzo de 2016

"Savia nueva", de Carmen París

Carmen París es música, compositora, cantante... Una revolución en marcha. Un volcán jotero que fusiona lo tradicional con lo moderno.



En "Savia nueva" hace uno de sus trabajos más personales.

Me lo impide la arboleda,
no puedo pasar el Ebro
si no me alarga la mano,
si no me alarga la mano de ese arrabalero.
Quisiera volverme hiedra
y enredarme en su cintura,
aliviar esa tortura,
que la savia nueva irrumpa
en su corazón!
Cara de poca ventana,
asómate a esa vergüenza
y dame un poco de sed,
¡ay!,
que me estoy muriendo de agua.
Tantas lágrimas me cuesta
la pena que me estás dando,
que me estoy muriendo de agua
y tú te sigues mustiando.
Quisiera volverme hiedra
y enredarme en su cintura,
aliviar esa tortura,
que la savia nueva irrumpa
en su corazón.
Cara de poca ventana,
asómate a esa vergüenza
y dame un poco de sed,
¡ay!,
que me estoy muriendo de agua.
Tantas lágrimas me cuesta
la pena que me estás dando,
que me estoy muriendo de agua
y tú te sigues mustiando.
Tantas lágrimas me cuesta
la pena que me estás dando,
que quiero volverme hiedra
para que mi savia inunde a tu corazón.
Quisiera volverme hiedra
y hacer que mi savia inunde a tu corazón.
Enredarme en tu cintura,
quisiera volverme hiedra
y enredarme en tu cintura,
que la savia nueva irrumpa
en tu corazón.
Quisiera volverme hiedra
y enredarme en tu cintura,
quisiera volverme hiedra
y llenar de savia tu corazón.
Tantas lágrimas me cuesta
la pena que me estás dando,
que me estoy muriendo de agua
y tú te sigues mustiando.
Cara de poca ventana,
asómate a esa vergüenza
y dame un poco de sed,
¡ay!
que me estoy muriendo de agua.
Tantas lágrimas me cuesta
la pena que me estás dando,
que me estoy muriendo de agua
y tú te sigues mustiando.

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