miércoles, 3 de abril de 2019

"Norma" (1831), de Vincenzo Bellini

Norma (1831) es el título de una ópera de Vincenzo Bellini, autor también de otras óperas famosas como La sonnambula e I puritani. La ópera se estrenó en Italia, cuando los italianos luchaban por su independencia nacional y su unificación frente al imperio austro-húngaro.

La historia está ambientada en una aldea de la Galia, como las historietas de Astérix y Obélix, durante la ocupación romana de Julio César y sus huestes. Los galos se rebelan contra los invasores. Los druidas hacen sus sacrificios a la Luna en el bosque de los árboles sagrados y recogen el muérdago.

Norma es una sacerdotisa gala de la Luna, pero tiene una relación con Pollione, general romano con el que ha tenido dos hijos secretos. Pero Pollione se ha enamorado de Adalgisa, una joven sacerdotisa alumna de la mismísima Norma. Ella cuenta su dolor a su maestra y le confiesa que un romano le pide que se vaya con él a Roma, que rompa sus relaciones con los suyos. Norma la anima a que siga los dictados de su corazón, mas cuando Adalgisa le confiesa que su amante es Pollione, monta en cólera y prepara su terrible venganza.

En primer lugar, piensa en matar a sus hijos, pero recapacita y decide no hacerlo. Luego, anima a los galos a la rebelión. Pretende asesinar a Pollione y acusar a Adalgisa por traidora. Pero... se da cuenta del amor sincero de Pollione y Adalgisa, se arrepiente de sus maldades y confiesa que ha sido ella la primera en romper sus votos y traicionar a su pueblo. Pide a su padre, sumo sacerdote de los druidas, que cuide de sus hijos y se arroja a la hoguera preparada para Adalgisa. Pollione, sin pensar tampoco en sus hijos ni en su nuevo amor, se lanza también al fuego y allí mueren los dos amantes.

Más información:
  • Alcolea, Ana (2018), El maravilloso mundo de la ópera. Ilustr.: Óscar T. Pérez. Madrid: Anaya.
El aria "Casta diva", de Norma, es un canto a esa Luna misteriosa, brillante, plateada, que sale algunas noches. La han cantado las más grandes: Callas, Caballé... y es una de las arias más difíciles del repertorio operístico, por sus potentes agudos. Ha sido muy utilizada en el mundo del cine y de la publicidad.



Aria

Casta Diva, che inargenti
queste sacre antiche piante,
a noi volgi il bel sembiante
senza nube e senza vel...
Tempra, o Diva,
tempra tu de’ cori ardenti
tempra ancora lo zelo audace,
spargi in terra quella pace
che regnar tu fai nel ciel...
Fine al rito: e il sacro bosco
Sia disgombro dai profani.
Quando il Nume irato e fosco,
Chiegga il sangue dei Romani,
Dal Druidico delubro
La mia voce tuonerà.
Cadrà; punirlo io posso.
(Ma, punirlo, il cor non sa.
Ah! bello a me ritorna
Del fido amor primiero;
E contro il mondo intiero...
Difesa a te sarò.

Cabaletta

Ah! bello a me ritorna
Del raggio tuo sereno;
E vita nel tuo seno,
E patria e cielo avrò.
Ah, riedi ancora qual eri allora,
Quando il cor ti diedi allora,
Ah, riedi a me.)

Aria (traducida al español)

¡Casta Diva, que plateas
estas sacras antiguas plantas,
a nosotros vuelve el bello semblante
sin nube y sin velo!
Templa, oh, Diva
templa estos corazones ardientes,
templa de nuevo el celo audaz,
Esparce en la tierra esa paz
que reinar haces en el cielo.
Fin al rito, y el sacro bosque
sea limpiado de los profanos.
Cuando el numen airado y hosco
exija la sangre de los romanos
desde el druídico santuario
mi voz tronará.
Caerá, castigarlo puedo
(Mas castigarlo el corazón no sabe.
¡Ah! bello a mí retorna
del fidedigno amor primero,
y contra el mundo entero
defensa para ti seré.

Cabaletta

¡Ah! bello a mí retorna
del rayo tuyo sereno
y vida en tu seno
y patria y cielo habré
¡Ah! regresa de nuevo cual eras entonces,
cuando el corazón te di.
ah, regresa a mí.)


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