lunes, 22 de octubre de 2018

La "mariconez" de Operación Triunfo

En esta entrada, "La mariconez de Operación Triunfo", a pesar de lo que algunos crean que puede sugerir el título, no queremos insultar al programa de televisión, que conste, sino hablar de la polémica que se ha generado en el mismo la semana pasada a consecuencia de una palabra: "mariconez".

La cuestión es que una de las chicas del programa, María, se vio obligada a cantar una canción que interpretaba Mecano hace 30 años y que incluía este pasaje:
“Siempre los cariñitos me han parecido una mariconez”.
La concursante de Operación Triunfo, María, imbuida por el ambiente "políticamente correcto" en que vivimos, decidió cambiar la letra, y prefirió el vocablo “gilipollez”, porque le parecía menos homófobo. Probablemente, esa intención homófoba no haya estado en la mente del autor de la canción, Nacho Cano. Pero lo cierto es que él se sintió un tanto ofendido y no consintió que se cantara su canción con cambios en la letra. Así que finalmente el programa se emitió con los triunfitos diciendo "mariconez", tal cual había escrito su autor in origine.

Está claro que las palabras pueden herir sensibilidades y reflejan en cualquiera caso ideologías y usos sociales, aprecios y desprecios. Aunque para interpretarlas adecuadamente, siempre hay que tener en cuenta el contexto . Por ejemplo, expresiones como “es un hijoputa”, “menudo cabronazo” o “vaya mariconcete” adquieren un valor figurado, más que literal. Desde luego, tienen un claro componente despectivo o peyorativo, pero no propiamente hablando homófobo o injurioso. A veces, incluso usamos palabras que no existen, no aceptadas aún en el DRAE, como "mariconez" (por "mariconada") o "feminazi". En el caso de "mariconez", creada por Cano, el mecanismo de creación de la palabra es perfectamente correcto, con el sufijo -ez, como lo demuestra el hecho de que María, la triunfita, sin ser una filóloga, quería cambiarla por otra equivalente en ese contexto y menos despectiva: "gilipollez".

Lo que está claro es que cuando usamos términos como "mariconez", "mariconada" o "mariconería" haciéndolos sinónimos de "tontería, gilipollez, cosa innecesaria, de mal gusto, o de gusto dudoso", o cuando decimos de un hombre afeminado que es "un marica" o "una maricona", lo hacemos movidos por nuestros prejuicios sociales, entre los que, indudablemente, se incluye la homofobia. ¿Qué hacer, entonces? Pues sencillamente, evitar estos vocablos tan despectivos, no herir gratuitamente las sensibilidades de los demás, evitar la suspicacia del prójimo. Todo un ejercicio de inteligencia. Y de convivencia.

Terminamos con un apunte etimológico: a las Marías se las llamaba como diminutivo "maricas", igual que podríamos decir "marieta" o "mariuca". De ahí, pasó a designarse al hombre con apariencia o comportamientos femeninos: "es un marica", y de este término derivan los demás: "maricón", "maricona"...
  • No hay que olvidar, además, la curiosidad -debida a nuestra tradición católica- de que los nombres bíblicos José y María se aplican tanto a hombres como a mujeres, y así aún hoy día José María es nombre de varón, mientras que María José es nombre de fémina. En la Edad Media y el Siglo de Oro, a los hombres que llevaban en su nombre el onomástico María (José María, pero también Juan María, Luis María, Pedro María) empezó a llamárselos "maricos" y después la palabra adquirió matiz despectivo para designar a los varones de aspecto afeminado, como ocurre también con "mariquita" o "mariquilla". Y es que la palabra "María" era tan común que forma parte de muchos compuestos: "mariposa, marimacho, maricastaña..."
  • Otra curiosidad: la palabra "maricón" tiene la singularidad de que está formada a la vez por un prefijo diminutivo, "-ico", y uno aumentativo, "-ón". En ese sentido es comparable a otras como "trompicón", de "trompo" y este, a su vez, de "trompa"; y "pericón", de "Perico", a su vez diminutivo de Pero o Pedro.
Aquí tenéis un romancillo de Góngora donde aparece la palabra Marica en sentido etimológico, como diminutivo de María:

Hermana Marica,
mañana, que es fiesta,
no irás tú a la amiga
ni yo iré a la escuela.
Pondraste el corpiño
y la saya buena,
cabezón labrado,
toca y albanega ;
y a mí
 me pondrán
mi camisa nueva,
sayo de palmilla,
media de estameña ;
y si hace bueno
trairé la montera
que me dio la Pascua
mi señora abuela,
y el estadal rojo
con lo que le cuelga,
que trajo el vecino
cuando fue a la feria.
Iremos a misa,
veremos la iglesia ;
darános un cuarto
mi tía la ollera.
Compraremos de él
(que nadie lo sepa)
chochos y garbanzos
para la merienda ;
y en la tardecica,
en nuestra plazuela
jugaré yo al toro














































y tú a las muñecas
con las dos hermanas
Juana y Madalena
y las dos primillas
Marica y la tuerta ;
y si quiere madre
dar las castañetas,
podrás tanto de ello
bailar en la puerta ;
y al son del adufe
cantará Andrehuela :
No me aprovecharon
madre, las hierbas ;
y yo de papel
haré una librea
teñida con moras
porque bien parezca,
y una caperuza
con muchas almenas ;
pondré por penacho
las dos plumas negras
del rabo del gallo,
que acullá en la huerta
anaranjeamos
las Carnestolendas ;
y en la caña larga
pondré una bandera
con dos borlas blancas
en sus tranzaderas ;
y en mi caballito
pondré una cabeza
de guadamecí,
dos hilos, por riendas ;
y entraré en la calle
haciendo corvetas,
yo y otros del barrio,
que son más de treinta.
Jugaremos cañas
junto a la plazuela,
porque Barbolilla
salga acá y nos vea ;
Barbola, la hija
de la panadera,
la que suele darme
tortas con manteca,
porque algunas veces
hacemos yo y ella
las bellaquerías
detrás de la puerta.
  • Si queréis ver el enlace de María y Miki cantando "Quédate en Madrid", pulsad en el enlace: http://rtve.es/v/4796599?t=00s.
  • Y si queréis oír la versión original de Mecano, aquí tenéis el vídeo tomado de YouTube:


Letra de "Quédate en Madrid"
Con la nariz entre tus ojos
y entre un pulmón y otro pulmón,
el corazón y los congojos
todos en reunión;
con tus orejas en las manos,
voy enseñándole a Van Gogh
cómo mejora el resultado
cuando lo hacen dos.
Siempre los cariñitos
me han parecido una mariconez.
Y ahora hablo contigo en diminutivo
con nombres de pastel.
Y aunque intenté guardar la ropa,
al mismo tiempo que nadar,
me he resignado a ir en pelotas
mientras dure el mar.
Yo que de estas estampas
me limitaba a hacer colección
me hago un llavero con el fichero
con una condición:
el día que tengas ojos rojos
y me estornude la nariz,
vamos hacer lo que podamos
por cenar perdiz

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Envía tus comentarios