Es autor de uno de los grandes clásicos del cine, Metrópolis (1927), la primera película de ciencia-ficción. El autor se inspiró en su viaje a Nueva York, la ciudad de los rascacielos. Le pasó como a Lorca, que la ciudad americana le dejó una sensación de intranquilidad e inquietud.
La película entera es muy fácil de ver en Internet. Aquí vamos a poner solamente un tráiler de la misma, donde se aprecian los efectos especiales, el erotismo, la intriga... Una genialidad.
Incluimos también la famosa escena de la danza, que está cargada de sensualidad. Solo comparable a la famosa escena de Sharon Stone en Instinto básico. Aunque mucho más profunda, pues acaba uniendo Eros y Tánatos, el amor y la muerte, dos tópicos que siempre han ido juntos.
La otra escena famosa es la transformación de María en un robot, donde imperan los efectos especiales
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