El argentino Jorge Luis Borges escribió un cuento titulado "Borges y yo", donde deja claro la diferencia entre el autor, persona física real, ciudadano que paga sus impuestos, pasea por la calle, etc., y el narrador, instancia literaria insustituible en la narrativa. He aquí un fragmento:
«Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires...; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en... un diccionario biográfico... Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica.»