El grupo
Mecano, el de
Ana Torroja y los
hermanos Cano, fue muy conocido en los años de la "
movida", los 70 y los 80. Una de sus canciones más conocidas se titula "
Mujer contra mujer", dedicada a los
amores sáficos, o lésbicos, o como quieras llamarlos, de dos mujeres. Resulta que la letra de la canción, escrita por
José María Cano, está inspirada en un poema de la poetisa griega
Safo de Lesbos. Como sabéis, los griegos eran más tolerantes que nosotros con la homosexualidad, tanto en los varones como en las mujeres.
Y Safo se convirtió, andando el tiempo, en una abanderada de la libertad sexual. La canción de
Mecano es hoy considerada como un himno del amor gay.
Y en cuanto al adjetivo
sáfico, -a (del lat. sapphĭcus, y este del gr. Σαπφικός, de Σαπφώ, Safo, poetisa griega), que también designa a un verso (
endecasílabo sáfico), a una estrofa y a una composición poética (
oda sáfica), pues la verdad es que usa poco y, si se usa, pues ya sabéis... ¡Donde esté el morbillo de la "custión sexuá"...!
LETRA DE "MUJER CONTRA MUJER" (José María Cano)
dos mujeres que se dan la mano.
El matiz viene después
cuando lo hacen por debajo del mantel.
Luego, a solas, sin nada que perder,
tras las manos va el resto de la piel.
Un amor por ocultar
y, aunque en cueros no hay donde esconderlo,
lo disfrazan de amistad
cuando sale a pasear por la ciudad.
Una opina que aquello no está bien,
la otra opina que qué se le va a hacer
y lo que opinen los demás está de más.
¿Quién detiene palomas al vuelo
volando a ras del suelo?
Mujer contra mujer.
No estoy yo por la labor
de tirarles la primera piedra.
Si equivoco la ocasión
y las hallo labio a labio en el salón,
ni siquiera me atrevería a toser.
Si no gusto, ya sé lo que hay que hacer,
que con mis piedras hacen ellas su pared.
¿Quién detiene palomas al vuelo
volando a ras de suelo?
Mujer contra mujer.
Una opina que aquello no está bien
la otra opina que qué se le va a hacer
y lo que opinen los demás está de más.
¿Quién detiene palomas al vuelo
volando a ras de suelo?
Mujer contra mujer.
EL POEMA DE SAFO
Me parece el igual de un dios, el hombre
que frente a ti se sienta, y tan de cerca
te escucha absorto hablarte con dulzura
y reírte con amor.
Eso, no miento, no, me sobresalta
dentro del pecho el corazón; pues
te miro un solo instante, ya no puedo
decir ni una palabra,
la lengua se me hiela, y un sutil
fuego no tarda en recorrer mi piel,
mis ojos no ven nada, y el oído
me zumba, y un sudor
frío me cubre, y un temblor me agita
todo el cuerpo, y estoy, más que la hierba,
pálida, y siento que me falta poco
para quedarme muerta.