Ciego que apuntas y atinas, caduco dios y rapaz,
vendado que me has vendido y niño mayor de edad.
Por el alma de tu madre que murió siendo inmortal
de envidia de mi señora que no me persigas más,
que no me persigas más.
Déjame en paz, amor tirano, déjame en paz.
Amadores desdichados que seguís milicia tal,
decidme, qué buena guía podéis de un ciego sacar,
de un pájaro qué firmeza, qué esperanza de un rapaz,
qué galardón de un desnudo, de un tirano qué piedad,
de un tirano qué piedad.
Déjame en paz, amor tirano, déjame en paz.
Diez años desperdicié, los mejores de mi edad,
en ser labrador de amor a costa de mi caudal.
Como aré, sembré y cogí, aré un alterado mar,
sembré una estéril arena, cogí vergüenza y afán,
cogí vergüenza y afán
Déjame en paz, amor tirano, déjame en paz.
Amadores desdichados que seguís milicia tal,
decidme, qué buena guía podéis de un ciego sacar
de un pájaro qué firmeza, qué esperanza de un rapaz,
qué galardón de un desnudo, de un tirano qué piedad,
de un tirano qué piedad,
de un tirano qué piedad.
Déjame en paz, amor tirano, déjame en paz.
¡Qué entrada tan chula! Me vienen recuerdos de las clases de bachillerato y el blog sigue igual de bonito. Enhorabuena 👏🏻
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Sofía. Un saludo.
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