miércoles, 27 de noviembre de 2024

De la tozudez maña a la tozudez itálica

Una de las características más destacadas del carácter maño es, para bien o para mal, la tozudez. Hay dos anécdotas, o chascarrillos, bien conocidas que reflejan muy bien esta manera de ser:

La primera, la del baturro que camina por la vía del tren y, cuando oye el pitido del maquinista en señal de aviso, le responde con el conocidísimo: 

-- ¡Chifla, chifla, que como no te apartes tú...!

(Con sus variantes: "Chufla, chufla...")

Escena tan famosa que incluso apareció en el cine, en la película Nobleza baturra (1935), del cineasta aragonés, de La Almunia de doña GodinaFlorián Rey, con Imperio Argentina como protagonista. Aquí podemos ver la escena:

Este chiste se ha elevado de anécdota a categoría, convirtiéndose en todo un tópico sobre el modo de ser, hacer y pensar del zaragozano y, por ende, del aragonés.

La segunda anécdota, o cuentecillo, es la que suele titularse "A Zaragoza... o al charco" y, con diferentes versiones, cuenta más o menos lo siguiente:

Un enviado divino, habitualmente san Pedro, baja al mundo a darse un garbeo y se encuentra a un baturro al que pregunta adónde va; el maño le responde que a Zaragoza y, a su vez, el santo replica: "Si Dios quiere". Pero el aragonés insiste: "Que quiera o no, a Zaragoza que voy", lo que trae como consecuencia que el portero divino lo convierta en rana y lo deje entre lodo y agua por una larga temporada.

Cuando, al cabo de un tiempo, vuelve san Pedro por allí con ánimo de devolver a su ser al baturro, le pregunta de nuevo adónde va, y responde: "Pues ya lo sabes, a Zaragoza", lo que lleva al apóstol a recriminarle: "Si Dios quiere, hombre, si Dios quiere".  La réplica maña es tajante: "Qué Dios ni qué... ¡A Zaragoza o al charco!"

Bien, pues este cuentecillo tan nuestro, innúmeras veces versionado, considerado algo así como la quintaesencia de nuestro carácter, aparece contado más o menos de la misma forma en el volumen primero de las Fiabe italiane (Fábulas italianas), recogidas por Ítalo Calvino. Cito por la edición de la casa editorial Einaudi, de 1991.

Entre los muchos relatos populares que allí se recogen, el número 20 (página 73) se titula "I biellesi, gente dura". Los "bielleses" son los habitantes de Biella, al norte de Italia (topónimo que, por cierto, también existe en España y en Francia).

Ahora el protagonista es un campesino que debía bajar a Biella por un asunto importante. A pesar del viento y de la lluvia, él seguía impertérrito su camino, con la cabeza baja y un único propósito de llegar a destino. En el trayecto se encuentra a un "vecchio" (viejo) que le pregunta adónde va. "A Biella", le responde. Y el viejecito añade: "se Dio vuole". El aldeano insiste:

"--Se Dio vuole, vado a Biella; e se Dio non vuole, devo andarci lo stesso" ("Si Dios quiere, voy a Biella; y si Dios no quiere, debo ir lo mismo").

Resulta, claro, que el anciano era el Señor, quien castiga al osado a transformarse en rana durante siete años y a vivir en el pantano entre tanto. Al cabo del tiempo, el hombre recuperó su anterior aspecto y salió por fin de la ciénaga. Se colocó su boina y retomó el camino a Biella, donde volvió a encontrase con el viejecito:

"--Dov'è che andate di bello, buon uomo?

--A Biella.

--Potreste dire: "se Dio vuole". ("Podrías decir: si Dios quiere")

--Se Dio vuole, bene; se no, il patto lo conosco, e nel pantano ci so andare ormai da solo. ("Si Dios quiere, bien; y si no, el trato ya lo conozco y al pantano ahora ya sé ir solo")

E non ci fu verso di cavarne altro". ("Y no hubo forma de sacarlo de ahí")

Esta curiosa coincidencia argumental entre un cuento tradicional aragonés y otro italiano nos lleva a pensar que existe un fondo común compartido de tradiciones populares en el espacio europeo que nos hermana y acerca. A pesar de los orgullosos castillos nacionales y/o regionales que algunos se empeñan en levantar, la investigación etnográfica nos lleva a pensar que nada de lo humano es particular o local, más bien al contrario: nuestra insignificancia existencial nos aúna y convoca, nuestras pasiones se repiten y nuestros defectos nos duplican  Por más que algunos sueñen esencias propias o hechos diferenciales.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Un par de ideas de Plutarco

Plutarco (Queronea, c. 46-Delfos, c. 120), filósofo e historiador griego del periodo helenístico, es conocido sobre todo por su magna obra Vidas paralelas, donde narra la vida de famosos griegos y romanos que él empareja para que veamos mejor el transcurso vital de cada uno. Pero tiene también otras obras importantes, si bien menos conocidas, como Moralia (Obras morales y de costumbres). Entre ellas, dos obritas, El arte de escuchar y El arte de callarse, de donde extraemos los comentarios a los que nos referiremos a continuación.

  • El primero se refiere al rey de Egipto, quien pidió al tirano Pittaco que de la víctima elegida para el sacrificio le enviara la parte mejor y la peor. Este lo que hizo fue enviarle la lengua, pues de ella vienen todos los bienes y todos los males. Y es que de las palabras proceden tanto los beneficios como las desventajas para quien las profiere.
  • El segundo alude a la Naturaleza, la cual hizo que tuviéramos dos orejas, pero solo una lengua, como advirtiéndonos de que debemos oír más que hablar.
Interesante, ¿no?

martes, 1 de octubre de 2024

"Sinfonía de primavera", un biopic sobre Robert Schumann y su mujer, Clara Wieck

Sinfonía de primavera es una interesante película biográfica (biopic) que nos cuenta la historia de amor entre Robert Schumann y Clara Wieck, a la que se opuso férreamente el padre de ella. Robert murió joven y con una enfermedad mental y Clara lo sobrevivió muchos años. Gracias a ella, que era una virtuosa del piano, concertista en los mejores salones de Europa, la obra de su marido fue reconocida y evitó caer en el olvido.

La película, Frühlingssinfonie en alemán, es de 1983 y está protagonizada por Herbert Grönemeyer, el cantante pop más famoso de Alemania, y por Nastassja Kinski, grandísima actriz, premiada por su interpretación del papel de Clara en este film, e hija del también famoso actor Klaus Kinski. La dirección y el guion corresponden a Peter Schamoni.

Hay muchas películas interesantes sobre músicos y música, algunas tan célebres como Amadeus, Los chicos del coro, El pianista... Y no solo sobre compositores de música clásica, sino también sobre cantantes pop: Bohemian Rapsody, Rocket Man, Elvis...

En fin, un gran recurso para aprender sobre "el ruido más agradable", como han llamado algunos a la música.

Por cierto, no hay que confundir al compositor alemán Robert Schumann (apellido con dos "n") con el político francés y padre de la Unión Europea Robert Schuman (apellido con una sola "n").

Y otra cuestión filológica: la palabra biopic es un anglicismo que procede de un acortamiento de biographical picture y se ha hecho muy común en español y otras lenguas.

La vida del músico germano no fue nada fácil. Dejó sus estudios de Derecho para dedicarse a ser un virtuoso del piano, pero una lesión permanente en su mano le impidió conseguir su propósito, lo que hizo que se concentrase en la composición, en la que destacó como uno de los creadores más importantes del Romanticismo musical. Murió joven, a los 46 años, tras sufrir una importante enfermedad mental que le hizo caer en periodos depresivos y maniacos, creía que lo estaban envenenando. Tras un primer intento de suicidio, él mismo aceptó ser internado en el hospital psiquiátrico de Endenich, cerca de Bonn.


martes, 3 de septiembre de 2024

"Cada noite", un poema de Rosalía de Castro

Rosalía de Castro es muy importante para la literatura gallega y española. Cada año, su tierra natal, Galicia, festeja el Día das Letras Galegas celebrando a una de sus más ilustres escritoras. Es una poeta muy querida por el pueblo y muchas veces versionada por los mejores cantantes y compositores: Luz Casal, Amancio Prada y muchos más.

Una de sus canciones, "Negra sombra", se ha convertido en un auténtico hit. Una canción que nos habla de su tristeza, de su "morriña", de su intenso dolor vital. Los gallegos son gente melancólica. Ellos tienen la "morriña", los portugueses la "saudade", los asturianos la "señardá"... Un poema romántico con un sentimiento de pesar que la acerca al Federico García Lorca de la "pena negra" gitana en el Romancero gitano.

Dejamos aquí la letra de "Negra sombra", que se asemeja mucho a la de otro poema del que hablaremos después, "Cada noite". Y es que Rosalía de Castro fue una gran sufridora desde su nacimiento (no olvidemos que fue hija ilegítima de un sacerdote que nunca la reconoció). Veámoslo:

Negra sombra

     Cando penso que te fuches,

Negra sombra que me asombras,

Ó pé dos meus cabezales

Tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,

No mesmo sol te me amostras,

I eres a estrela que brila,

I eres o vento que zoa.

     Si cantan es ti que cantas;

Si choran, es ti que choras,

I es o marmurio do río,

I es a noite i es a aurora.

     En todo estás e ti es todo,

Pra min y en min mesma moras,

Nin me dexarás ti nunca,

Sombra que sempre me asombras

    Rosalía de Castro, Follas novas, 1880.

Dejamos aquí un enlace por si queréis escuchar la canción de Rosalía de Castro: 

Pero hoy queremos hablaros de otro gran poema de Rosalía de Castro, "Cada noite", también tomado de su poemario Follas novas (Hojas nuevas) y en el que late ese mismo espíritu de sufrimiento y abandono de "Negra sombra" y donde se habla de la noche con tono casi místico, al modo de san Juan de la Cruz. El poema dice así:

Cada noite

     Cada noite eu chorando pensaba:

Que esta noite tan grande non fora,

Que durase... e durase... antre tanto

Que a noite das penas

Me envolve loitosa.

     Mais a luz insolente do día,

Constante e traidora,

Cada amañecida

Penetraba radiante de groria

Hastra o leito donde eu me tendera

Coas miñas congoxas.

     Desde entonces busquei as tiniebras

Mais negras e fondas,

E busqueinas en vano, que sempre

Tras da noite topaba ca aurora...

     So en min buscando no oscuro

I entrando na sombra

Vin a noite que nunca se acaba

Na miña alma soia.

Traducción al castellano:

 Cada noche

     Cada noche llorando yo pensaba

que esta noche tan larga no fuera,

que durase y durase mientras

la noche de las penas

me envuelve luchadora...

     Más la luz insolente del día,

constante y traidora,

cada amanecer

penetraba radiante de gloria

hasta el lecho donde me había tendido

con mis congojas.

     Desde entonces he buscado las tinieblas

más negras y profundas,

y las he buscado en vano,

porque siempre

tras la noche encontraba la aurora...

     Sólo en mí misma buscando en lo oscuro

y entrando, entrando en la sombra,

vi la noche que nunca se acaba

en mi alma, en mi alma sola.

Os dejamos algunas versiones de la canción, cantada por varios coros. Que las disfrutéis



Y si queréis más información sobre Rosalía de Castro, su obra y las versiones musicales que se han hecho de sus poemas, podéis visitar el siguiente enlace:

viernes, 23 de agosto de 2024

Revisitando "Il barbiere di Siviglia", de Gioacchino Rossini

 Rossini, el gran compositor italiano, el autor de La Cenerentola (La Cenicienta) y de esa obra maestra de la ópera bufa que es Il barbiere di Siviglia, alcanzó con esta obra maestra un gran éxito que dura hasta hoy.

La ópera rossiniana se inspira en la obra homónima de Beaumarchais, famoso autor cómico francés, heredero de Molière, admirador y editor de Voltaire y colaborador de la Revolución francesa. Una comedia risueña con un trasfondo de burla de la nobleza y de exaltación del ingenio de los plebeyos, pues el barbero, el celebérrimo Fígaro, es el verdadero "factótum" del imbroglio.

Como toda comedia, tiene un final feliz: la bella Rosina se casa con el galán, el conde de Almaviva, para el que trabaja Fígaro. La obra contiene arias famosísimas, como "Largo al factotum" de Fígaro o "Una voce poco fa" de Rosina.

Pero hoy queremos traer aquí un aria quizá menos conocida, pero no por ello menos bella: la que canta don Basilio, bajo, sobre la calumnia. Don Basilio es un arribista, un hipócrita, el maestro de canto de Rosina, y le hace la pelota al viejo don Bartolo, el tutor de la bella, que quiere casarse con su pupila. El problema es que ella está enamorada de otro, el conde, y entonces don Basilio le dice a su amo que la mejor manera de inutilizar al rival amoroso es lanzar contra él una calumnia que lo vuelva indigno a los ojos de la sociedad y le quite cualquier posibilidad de conquista con la joven.

Escuchemos esta maravilla. Van a continuación dos versiones con subtítulos en italiano y español:



Para terminar, y por si queréis más información sobre Rossini, el barbero y la ópera, podéis ver el siguiente enlace con otras entradas a este blog:

jueves, 6 de junio de 2024

"En los surcos del amor", de Carlos Guastavino

 "En los surcos del amor" es una bella canción para coro, compuesta por el argentino Carlos Guastavino. Es una canción de desamor, de cuya interpretación hablaremos un poquito más abajo. Pero primero escuchemos algunas versiones de este clásico coral:

Versión coral con partitura
Versión argentina, con una sonora dicción de la "ll" hilada rioplatense
Versión para coro
Versión para tenor y piano

Letra

En los surcos del amor,

donde se siembran los celos,

donde se siembran los celos,

he recogido pesares

nacidos de mis desvelos,

nacidos de mis desvelos.

¿En qué tribunal has visto, mal pagadora,

condenar a un inocente, bella traidora?

En los surcos del amor,

donde se siembran los celos,

donde se siembran los celos.

La canción corresponde al tópico de la celotypia, las canciones de amor (más bien, desamor) en las que uno de los amantes sufre a causa de esa enfermedad de la querencia que son los celos.

Si nos fijamos en la estrofa "¿En qué tribunal has visto, bella traidora, / condenar a un inocente, bella traidora?" parecen viables dos interpretaciones distintas de la canción:

1) El yo lírico, el que cuenta la historia (digamos: el rol masculino del poema) siente celos porque su amada es una "bella traidora", tontea con otros (o eso cree él).

2) El yo lírico se declara inocente ante la "bella traidora", la cual lo acusa a él injustamente de tontear con otras, es ella la que siente los celos.

Sin embargo, si leemos atentamente toda la canción, nos damos cuenta de que la interpretación 1) es más plausible: El rol masculino narrador empieza diciendo que, puesto que ha sembrado "celos" en los surcos del amor, ha recogido "desvelos", inquietudes, dolor. Por eso recrimina después a la causante de su desgracia, la "bella traidora". 

La canción responde así al esquema causa-efecto, como en el refrán "Quien siembra vientos, recoge tempestades". Aquí, quien siembra celos recogerá desvelos. Esta interpretación permite, además, entender que el culpable de su propia desgracia es el celoso, no la amada, pues él es quien alimenta el monstruo de los celos que, después, lo devora. Quien realmente es "inocente" es la bella y no el celoso amador, culpable de su propio proceso de autodestrucción.

Carlos Guastavino (Santa Fe, 1912-2000) fue un compositor y pianista argentino, muy amante de la música tradicional de su país. Procedía de una familia con aficiones musicales (sus padres tocaban guitarra y mandolina). Estudió en el conservatorio, viajó por el mundo y compuso algunos éxitos continuamente reeditados ("Pueblito, mi pueblo", "Se equivocó la paloma" y "Bailecito para piano", sobre todo). Sus canciones fueron interpretadas por los mejores, entre ellos: Victoria de los Ángeles, Joan Manuel Serrat, Alfredo Kraus, José Carreras, Teresa Berganza, Mercedes Sosa... 

Es posiblemente el representante más destacado del nacionalismo musical argentino, muchas veces premiado por sus contribuciones a la música y la cultura de su país. Escribió más de trescientas obras, para piano y guitarra, música de cámara, obras para orquesta, coro a capela o con piano, canciones para voz y acompañamiento... Además, hizo muchos arreglos de obras preexistentes.

Era un gran amante de la voz, le gustaba cantar y componía siempre de modo “coral”, polifónicamente. Puso música a muchos poetas: Alberti, Neruda, Gabriela Mistral, Juana de Ibarborou, León Benarós, Borges...


Más información:

miércoles, 5 de junio de 2024

"An Irish Blessing", una bendición irlandesa de James E. Moore

 "An Irish Blessing" es una canción para coro compuesta por James E. Moore, un brindis por el reencuentro de los amigos o los familiares, una petición de protección al Altísimo para que nuestros caminos sean favorables y podamos volver a reunirnos. Un clásico coral de gran belleza. Se suele cantar solo la primera estrofa en las versiones cortas. La segunda es una variación de la primera y repite el mismo estribillo de la canción, en donde se pide que ojalá quiera Dios tenerte "en la palma de su mano".


Lyrics

     May the road rise to meet you.

May the wind be always at your back.

May the sun shine warm upon your face,

the rains fall soft upon your fields.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

     May the sun make your days bright.

May the stars illuminate your nights.

May the flowers bloom along your path,

your house stand firm against the storm.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

And until we meet again, until we meet again,

may God hold you in the palm of his hand.

Traducción

     Que el camino salga a tu encuentro.

Que el viento esté siempre tras tu espalda.

Que el sol brille y caliente tu cara,

que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

     Que el sol haga brillar tus días.

Que las estrellas iluminen tus noches.

Que las flores florezcan a lo largo de tu camino

y tu hogar aguante firme contra las tormentas.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

Y hasta que nos volvamos a ver, hasta que nos volvamos a ver,

que Dios te tenga en la palma de su mano.

Esta inspirada canción, conmovedora y bellísima, es obra del músico americano contemporáneo James E. Moore (Virginia, 1951-2022), quien la tomó de la tradición celta irlandesa y la arregló muy acertadamente. Moore era un católico negro americano y su fe se advierte en esta maravillosa obra musical suya. Fue profesor de música y liturgia y director de coro.

Según se dice, la bendición de "An Irish Blessing" podría ser obra del mismísimo san Patricio, patrón de Irlanda. La literatura celta usaba imágenes de la naturaleza y hacía referencias a acciones de la vida diaria. Aquí, la canción nos habla de cómo Dios interactúa en el día a día de cada uno de nosotros y se nos desea la protección divina para nuestro caminar vital.

jueves, 23 de mayo de 2024

"Paxarín, tú que vuelas", romanza de "La pícara molinera"

 "Paxarín, tú que vuelas" es una de las romanzas más famosas del repertorio de zarzuela española. Forma parte de La pícara molinera (1928), obra del aragonés Pablo de Luna Carné (Alhama de Aragón,  1879 - Madrid, 1942), y tiene una marcada ambientación asturiana, basada en la novela La Carmona (1926), del autor del Principado Alfonso Camín. Se estrenó en Zaragoza en 1928 y, poco después, en Madrid.

El maestro Luna fue uno de los más prolíficos autores de zarzuelas del nuevo estilo, inspirado en la opereta vienesa, especialmente en las obras de Franz Lehár. Viajó una sola vez a Asturias, para inspirarse para su obra, y consiguió con esta zarzuela uno de sus mayores éxitos.

Esta romanza es tan famosa que los principales tenores la han interpretado: Kraus, Domingo, Carreras, Camarena, Lavirgen, Aragall... En ella, Juan se queja de que Carmona, una femme fatale, lo enamora, pero ella tontea con otro, el Pintu. Tras la queja de amor del tenor, se mascaban en el ambiente la tragedia y la muerte, la reyerta entre ambos enamorados al estilo lorquiano.





LETRA

JUAN - Paxarín, tú que vuelas tiende las alas

y con tu pico de oro dile a mi amada,

dile tú, si está sola, que estoy loco

porque a mí no me quiere y quiere a otro,

por ella no duermo y es mi gran pena

tenerla yo miedo porque no es buena.

     Dile tú que esta noche en la fiesta,

la estaré viendo y que si no me mira,

por ella muero.

     Dile tú que yo deliro y por ella suspiro,

pues vivo por su amor.

Pues sin ella non rezo yo a los santiños,

que non canto como antes por los caminos,

y que si a veces canto, casi me afuego,

que a la vez canto y lloro como los neños,

¡como los neños!,

que a la vez canto y lloro

¡como los neños!.

     Dame vergüenza lo que he llorado,

sólo en mi alcoba,

viendo lo mala que es la loba.

     Dile tú que no dejo de verla por donde miro

y abrasarme quisiera con sus suspiros.

     Dile tú que deliro y por ella suspiro,

pues vivo por su amor

     (de La pícara molinera, zarzuela en tres actos, con libreto de Ángel Torres del Alamo y Antonio Asenjo Pérez.)

jueves, 25 de abril de 2024

"Esta tierra", de Javier Busto (1949-...), con letra de Francisco Pino (1910-2002)

Una canción ecológica de Javier Busto (1949-...), sobre un poema de Francisco Pino (Valladolid, 1910-2002).

Francisco Pino fue un poeta y economista vallisoletano de larga trayectoria del que Javier Busto armonizó dos poemas: "Esta tierra" (2003) y "Paso" (2004). Pino nació y murió en Valladolid. Su familia se dedicaba a la exportación y el comercio. Católico y republicano, estudió bachillerato en el Instituto Zorrilla. Se licenció en Derecho por la Universidad de Valladolid en 1931.

Francisco Pino (1910-2002)

Viajó por Inglaterra y Francia, ampliando su formación en Ciencias Económicas y entrando en contacto con las vanguardias europeas. Impulsó proyectos literarios como las revistas Meseta (1928, junto a José María Luelmo), Ddooss (1931) y A la nueva ventura (1934).

En 1935 se trasladó a Madrid, estudió Filología Francesa, y allí le sorprendió el comienzo de la Guerra Civil. No combatió en ningún bando, pasó un tiempo en la cárcel, conoció a María Jiménez Aguirre y se casaron en 1947 (tuvieron un único hijo). Tras la guerra, vivió un tiempo en Madrid y regresó a Valladolid, donde se dedicó totalmente a la creación poética, componiendo versos tradicionales y también audaces poemas vanguardistas.

Ganó premios como el de las Letras de Castilla y León (1989) y el de la Trayectoria Literaria de la Diputación de Valladolid (1993). Murió en Valladolid el 22 de octubre de 2002.

En "Esta tierra", el poeta describe con sencillez la esencia del paisaje castellano, adusto, seco, con su erótica de tierra llana. El poeta nos dice que está en otro lugar, en el País Vasco, y allí aprecia el esplendoroso paisaje cantábrico; pero aquello no acaba de ir con él, lo que a él le gusta es la tierra seca de Castilla. Un poema que conecta con la generación del 98 y con el mejor Machado de Campos de Castilla.

En cuanto al compositor vasco Javier Busto (Hondarribia, 1949-...), es muy conocido internacionalmente y ha sido premiado en España, Estados Unidos y Europa. Ha compuesto más de 300 obras a lo largo de su trayectoria musical. Estudió Medicina y Cirugía en la Universidad de Valladolid.

Javier Busto (1949-...)

Aportamos aquí estas versiones de "Esta tierra", tomadas de YouTube:



Incluimos también este vídeo donde el propio compositor, Busto, dirige a la coral y hace comentarios sobre su obra:

Esta tierra

     No me busques en los montes

por altos que sean,

ni me busques en la mar

por grande que te parezca.

Búscame aquí, en esta tierra

llana, con puente y pinar,

con almena y agua lenta,

donde se escucha volar

aunque el sonido se pierda.

Ofrecemos, para terminar, la letra del poema "Paso", también de marcado tono ecológico y con la característica sencillez poética de Pino, heredada quizá de Antonio Machado. Un poema que enlaza con el tópico del "aurea mediocritas", el "Beatus ille" horaciano y frayluisino. Moderno y clásico a la vez. Un elogio encendido de la vida retirada.

PASO

¿Irme con el río?

¿Quedar con el aire?

(Las ondas, qué calmas.

Las nubes, qué ágiles).

¿Dormir con el río?

¿Soñar con el aire?

(Las ondas, qué olvidos.

Las nubes, qué imágenes).

Quedarme en el río.

Fundirme en el aire.

Ser la onda que fulge,

la nube que arde.

Ir, en la ignorancia

del río y del aire,

como nube y onda

que salva la tarde.

(En este vídeo se incluyen los dos poemas de Pino musicados por Busto)

miércoles, 10 de abril de 2024

"Domine Iesu Christe", de Melchor Robledo (1510-1586)

 El siglo XVI es la edad de oro de la polifonía española y Melchor Robledo es uno de los mejores compositores, aunque quizá no tan conocido como otros músicos (Tomás de Victoria, Cristóbal Morales).

Melchor Robledo (1510-1586) fue, según parece, maestro de capilla de la Seo de Zaragoza entre 1569 y 1586. Prestigioso compositor de relieve europeo, muy reconocido en España e Italia, mereció tal aprecio a la población zaragozana que, a su muerte, el cabildo formó parte del cortejo fúnebre,  honor singular y hasta entonces poco frecuente. Su tumba se encuentra en la capilla consagrada a San Valero, patrón de Zaragoza.

En la música polifónica, el contraste coral produce unos resultados extraordinarios que aumentan la espiritualidad de las canciones religiosas como este magnífico motete titulado "Domine Iesu Christe" que ofrecemos a continuación y que es una obra clásica del repertorio coral hispánico. Está inspirado en el Evangelio de san Mateo, 27:46. 

Casi toda la obra musical de Robledo es religiosa: además del "Domine Iesu Christe", destacamos canciones como "Beati Omnes", "Salve Regina", "Hoc corpus", "Tulerunt  Dominum"... No hay que olvidar que el siglo XVI es la época del Renacimiento, de la homomensura, la fe optimista en el hombre, pero en España es también la centuria de la Contrarreforma, la exaltación de los valores católicos frente a las nuevas interpretaciones del cristianismo protestante.


Domine Iesu Christe

qui in cruce clamasti:

«Heli, Heli, lamma sabachtani?»

Et cum poena et dolore:

«In manus tuas, Domine,

commendo spiritum meum».

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Señor Jesucristo

que en la Cruz clamaste:

«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»

Y con pena y dolor:

«En tus manos, Señor,

encomiendo mi Espíritu».

La letra latina, como podemos ver, hace alusión a la pasión de Cristo, que acabamos de celebrar a finales de marzo y principios de abril (Semana Santa). Jesús se siente solo en la cruz y se encomienda al Padre.

La expresión "Heli, Heli, lamma sabachtani?", también trasliterada como "Elí, Elí..." en castellano, es arameo, no latín, y se corresponde con las palabras que Jesús dijo en la Cruz, según testimonian tanto Mateo como Marcos en sus respectivos evangelios, citándolas a partir del Salmo 22:1. Una vez dichas las palabras, Jesucristo muere y se produce un temblor de tierra como confirmación de que los hombres acabábamos de asesinar al Hijo de Dios.

Dejamos aquí la versión del "Domine Iesu Christe" de Coro Ítaca, dirigido por Ana Val Claraco:

Terminamos esta entrada con otra canción de Robledo, "Salve Regina".

martes, 13 de febrero de 2024

"Se equivocó la paloma": de poema a canción.

El poeta gaditano Rafael Alberti, miembro de la generación de 1927, la de Lorca, Cernuda, Guillén, Salinas, las Sin Sombrero..., escribió el poema “Se equivocó la paloma” en 1940. Podemos contar sus versos como las posiblemente más famosas  rimas de Alberti y unas de las más conocidas y recitadas de la poesía española contemporánea. La fama del poema se vio favorecida enormemente por la excelente musicalización que de él hizo el compositor argentino Carlos Guastavino en 1941, y, sobre todo, por la versión de 1969 de Joan Manuel Serrat.

El poema habla de una paloma que se equivoca continuamente en su percepción de la realidad, confundiendo incluso elementos opuestos como el norte y el sur, la noche y la mañana. Sabemos que Alberti compuso el poema en París, primera etapa de su exilio, adonde llegó al acabar la Guerra Civil (1936-1939) en compañía de su esposa, la escritora María Teresa León, y donde sólo permaneció hasta 1940, pues el gobierno de Pétain les retiró a ambos el permiso de trabajo (eran dos "peligrosos" comunistas republicanos españoles). 

Los versos forman parte de la sección tercera de Entre el clavel y la espada, un libro de combate compuesto entre 1929 y 1940, y publicado en Buenos Aires en 1941, en la editorial Losada, cuyo motivo central es la soledad, si bien los dieciocho poemas de la sección  tercera, titulada "Metamorfosis del clavel", se proyectan hacia la esperanza.

Sobre las circunstancias en que nació esta composición escribió el autor, en La arboleda perdida (1959):

"Cuando llegué a París mi estado espiritual era negro, desesperado [...], apoderándose de nosotros, los recién exiliados españoles, el túnel de la más tremenda incertidumbre. En Francia no había escrito aún ninguna poesía [...] pero una de aquellas noches, de las más solitarias, poseído de no sé que extraños impulsos, comencé a escribir una canción, cuyo comienzo era "Se equivocó la paloma. /Se equivocaba. /Por ir al norte fue al sur..." Cuando llegué al final me quedé sorprendido: "Ella se durmió en la orilla. /Tú en la cumbre de una rama." No comprendía yo cómo en aquel sumergido estado de angustia en que me hallaba me había podido salir una canción como aquélla. La leí, la releí, no hallándole ni el más remoto rastro del estado que me invadía. Era un misterio su aparición. Abriéndose vuelo entre los cielos y campos de muerte que arrastraba conmigo, aquella paloma había llegado hasta mis manos, traspasándola con aire de escritura a una hoja blanca de papel que tenía sobre la mesa."

Como vemos, el propio poeta se deja llevar por la musicalidad del verso, sin comprender del todo su sentido. Y es que el poema tiene un complejo significado simbólico y permite múltiples lecturas. ¿Habla de amor? ¿Es una alusión a la Segunda República que, equivocadamente, en lugar de la democracia, trajo la guerra civil y el triunfo fascista a España? ¿Es un poema autobiográfico sobre la desorientación del poeta y de los exiliados?

El juego poético es, a la vez, sencillo y rico, basado en las oposiciones "trigo" / "agua", "mar" / "cielo"... , en la reiteración de la idea principal: "se equivocó", "se equivocaba" y en el simbolismo de la paloma (que puede identificarse con la paz, la República, el propio poeta...). Es evidente que la acción se ubica en el pasado y que, desde el presente, el poeta rememora lo ocurrido, lo valora dándose cuenta de que todo ello, lo que fuera, fue un error, una equivocación. Es esta indeterminación al evocar un hecho que no se nombra la que permite la multiplicidad de lecturas del poema, su magia interpretativa.

Mi hipótesis de lectura es la lectura política: de ahí que el poema se publicara en la sección tercera de Entre el clavel y la espada, en la parte titulada "Metamorfosis del clavel", que se transformará obviamente en espada. Alberti se duele de que la República se haya quedado "en la orilla", y él -y los demás luchadores antifascistas- "en la cumbre de una rama" (es decir, discutiendo teorías e ideas sobre comunismo, marxismo, leninismo, trosquismo..., mientras el ejército de Franco conseguía la victoria definitiva). Para Alberti, es hora de trocar el verso en arma de combate, puesta siempre la esperanza en una derrota final del fascismo en años venideros. Todo un manifiesto político de altísima calidad poética.

En 1941, el compositor argentino Carlos Guastavino musicó el poema y lo integró en el ballet Suite Argentina. Desde entonces, tuvo gran éxito y la canción ha sido traducida a distintos idiomas e interpretada por numerosos cantantes: Serrat, Mercedes Sosa, Ana Belén, Teresa Berganza, José Carreras... También es muy frecuentemente interpretada por diferentes coros.

Se equivocó la paloma.

Se equivocaba.

Por ir al Norte, fue al Sur.

Creyó que el trigo era agua.

Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;

que la noche la mañana.

Se equivocaba.

Que las estrellas eran rocío;

que la calor, la nevada.

Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;

que tu corazón su casa.

Se equivocaba.

Ella se durmió en la orilla.

Tú, en la cumbre de una rama.

Versión de Serrat

Versión de Mercedes Sosa

Versión de Ana Belén

Versión para coro

Más información:

lunes, 12 de febrero de 2024

"Bring me little water, Sylvie". Una canción con historia

 "Bring me little water, Sylvie" es una  famosa  canción que forma parte del repertorio de muchos coros.  Es el canto de un esclavo negro que trabaja sudoroso en los campos en plena canícula y le pide a su esposa Sylvie que le alcance un poco de agua. Ella le contesta que lo hará en cuanto pueda.

     La primera interpretación conocida de esta canción se remonta a 1936, al autor estadounidense Huddie Ledbetter, conocido como Leadbelly o Lead Belly, quien pasó gran parte de su vida en la cárcel, acusado de delitos de robo y sangre. Allí fue descubierto por los Lomax, pioneros en la difusión de las nuevas músicas afroamericanas, con su crudo sonido dolorido, acorde a los tiempos y vivencias de los esclavos. Cuando Leadbelly consiguió la libertad, los Lomax lo ayudaron a triunfar. Pronto se hizo famoso y llegó a influir en artistas como Woody Guthrie, Pete Seeger, The Beatles y Bob Dylan.

     No se sabe muy bien si Leadbelley compuso directamente la canción o si se inspiró en algún tema tradicional de los campos de algodón. Él mismo solía decir en sus conciertos que la canción era sobre su tío Bob Ledbetter, quien, cuando tenía sed, pedía a su esposa que le trajera agua.

     Aunque se suele cantar una versión abreviada de la letra de la canción, vamos a transcribirla aquí con las variaciones más habituales que suelen incluirse en las diferentes interpretaciones (y su traducción aproximada al español).

     --Sylvie, Sylvie.

     Bring me little water, Sylvie.

Bring me little water now.

Bring me little water, Sylvie,

every little once in a while.

     Bring me little water, Sylvie.

Bring me little water now.

Bring me little water, Sylvie,

every little once in a while.

     Sylvie, Sylvie.

     I'm so hot'n dry.

     Sylvie, Sylvie.

     Can't ya hear, can't ya hear me cryin'?

     Bring me little water, Sylvie.

Bring me little water now.

Bring me little water, Sylvie,

every little once in a while.

     Sylvie, come a running

bucket in her/my hand.

     --I will bring you a little water

fast as I can.

     --Sylvie, Sylvie.

     I'm so hot'n dry.

     Sylvie, Sylvie.

     A little drink of water wouldn't satisfy me.

     Don't you see me coming?

Don't you see me, now?

Don't you see me coming?

Every little once in a while.

     Bring it in the bucket, Sylvie.

Bring it in the bucket now.

Bring it in the bucket, Sylvie,

every little once in a while.

     Bring me little water, Sylvie.

Bring me a little water now.

Bring me a little water, Sylvie,

every little once in a while.

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

     --Sylvie, Sylvie.

     Tráeme un poco de agua, Sylvie.

Tráeme un poco de agua ahora.

Tráeme un poco de agua, Sylvie,

de vez en cuando.

     Tráeme un poco de agua, Sylvie.

Tráeme un poco de agua ahora.

Tráeme un poco de agua, Sylvie,

de vez en cuando.

     Sylvie, Sylvie.

     Tengo tanto calor y estoy tan seco.

     Sylvie, Sylvie.

     Un poquito de agua,  ¡me gustaría tanto! 

     ¿No puedes oírme, no puedes oír mis gritos?

     Tráeme un poco de agua, Sylvie.

Tráeme un poco de agua ahora.

Tráeme un poco de agua, Sylvie,

de vez en cuando.

     Sylvie, ven con un

cubo en la mano.

     --Te traeré un poco de agua

tan rápido como pueda.

     --Sylvie, Sylvie.

     ¡Tengo tanto calor y estoy tan sediento!

     Sylvie, Sylvie.

     Un traguito de agua ¡no me satisfaría ni nada!

     ¿No me ves venir?

¿No me ves?

¿No me ves venir?

De vez en cuando.

     Métela en el cubo, Sylvie.

Ponla en el balde ahora.

Ponla en el cubo, Sylvie,

de vez en cuando.

     Tráeme un poco de agua, Sylvie.

Tráeme un poco de agua ahora.

Tráeme un poco de agua, Sylvie,

de vez en cuando.

Versión original de Lead Belly

Versión para coro (con coreografía)


PAUTAS PARA EL COMENTARIO
  • Las canciones afroamericanas son canciones de trabajo y lamento. La repetición del estribillo sirve para insistir en la idea principal: la sed que pasa el trabajador, el calor que hace en los campos, la dureza de la vida del esclavo.
  • La estructura dialógica de la canción: el hombre pide y la mujer responde. Hay una idea de cooperación, pero parece que ella solo podrá acercarse cuando pueda, cuando tenga tiempo. Se intuye detrás una estructura de opresión: el master (amo), los capataces, no les permiten ninguna relajación, los esclavos solo pueden ayudarse a escondidas.
  • La filosofía de lo concreto que representa la canción. El día a día del esclavo es tan duro que en su vida no hay divagaciones filosóficas, las canciones hablan de las cosas cotidianas, el dolor, la dureza de la vida, la crueldad, la sed, el hambre, la falta de libertad...
  • El sentido críptico de la canción. ¿Podríamos considerar que el texto está lleno de alusiones sexuales? ¿Qué le pide el hombre a Sylvie exactamente? ¿Cabe una interpretación freudiana de la historia?
  • Las diferencias de acento entre el inglés británico y el inglés americano. Por ejemplo la "t" rotada (rotacismo) (little water). La presencia de lo coloquial (Can't ya hear, can't ya hear me cryin'?). El esclavo, privado de todo, aculturizado, se expresa como puede, en un nivel de lengua nada académico. Lo mismo ocurría en la Antigüedad, había grandes diferencias entre el latín culto y el latín vulgar (del que derivan las lenguas romances).
  • Los partitivos y la expresión de la cantidad, los nombres contables e incontables. Por ejemplo, "a little water", "some water", "a little bit of water", "a bit of water", "a pinch of salt", "a glass of wine", "a bottle of wishky", "un montón de...", "una pizca de...", "un tipo de...", "una clase de..."
  • La función terapéutica de la música: podemos comentar refranes como "Quien canta sus males espanta". Podríamos también hablar de esa necesidad sanadora del canto como un universal humano. Por ejemplo, en Literatura, cuando hablamos de los focos de lírica peninsular en la Edad Media, al hablar de la lírica en castellano siempre se citan las canciones de laboreo, de siega y siembra... La música siempre ha ayudado a la humanidad, es el gran conjuro contra la soledad, las cargas pesadas de la vida, la tiranía... Musicoterapia para la vida. La música no solo hace crecer a las plantas o amansar a las fieras, también ayuda a las personas. Somos seres rítmicos.

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