Il Trovatore, Rigoletto y
La traviata son tres de las principales óperas de
Giuseppe Verdi, forman el llamado "periodo medio" del famoso compositor italiano. Verdi siempre estuvo fascinado por los temas españoles y sitúa
Il Trovatore en el
Palacio de la Aljafería, de
Zaragoza. Así que, gracias a él, en los teatros de ópera de todo el mundo se oye el nombre de nuestra ciudad con relativa frecuencia.
La ópera de Verdi se inspira en la obra de teatro de
Antonio García Gutiérrez, un joven autor romántico que tuvo tanto éxito con su representación en 1836 que fue liberado del
servicio militar por el Gobierno. Además, por primera vez, el público exigió la presencia del autor en la escena al final de la obra y esta costumbre del
saludo del autor desde las tablas, desde entonces, se mantiene en nuestros teatros siempre que una obra dramática tiene la aceptación del respetable.
La tragedia de Gutiérrez fue adaptada por el libretista
Salvatore Cammarano, colaborador habitual de Verdi. Pero como falleció, el encargo lo terminó
Leone Emanuele Bardare. La ópera tiene elementos que la aproximan ya al
Realismo, movimiento que viene a continuación del
Romanticismo.
Il trovatore aún es básicamente una ópera de
números cerrados (arias de tenor, soprano, barítono) poco conectados entre sí por enojosos recitativos. La conexión de las partes la logra Verdi en la ópera siguiente,
La traviata, más rupturista que esta.
Los libretistas hicieron un proceso de
simplificación. Cuatro actos y no cinco. Desaparecen
personajes como
Don Guillén, hermano de Leonora, y el noble
Don Lope de Urrea, también
emisarios y
criados, concentrados en un único servidor:
Ferrando, que en la obra original se llamaba Jimeno. El trasfondo histórico de la ópera es la
guerra civil que enfrentó en
Aragón a los partidarios de
Jaime de Urgel, Conde de Urgel con los de
Fernando de Antequera, en 1412-1413, al final de la
Edad Media, a raíz del
resultado del
Compromiso de Caspe, al que se llegó tras la muerte sin hijos del rey
Martín el Humano.
Los protagonistas de las óperas románticas son los
amoríos medievales y no los
temas mitológicos o los suspiros de
Julio César y
Alejandro.
Como en muchas obras de Verdi, en
Il Trovatore se repite el
esquema: caballero animoso (
Manrico, tenor) - dama desvalidad (
Leonora, soprano) - antagonista (
Conde de Luna, barítono) + cuarto personajes (
Azucena, gitana, madre de Manrico, mezzo-soprano). La ópera fue estrenada en
Roma, en 1853, el mismo año ya se representó en
La Scala, en
Milán, y en 1854 en
Madrid y
París, en 1855 en
Londres y San Peterbursgo... Tuvo de siempre gran éxito.
Estructura:
- Acto I: El duelo (Cuadro I. En el patio del palacio de la Aljafería de Zaragoza. Cuadro II. Parte posterior del palacio, frente al jardín).
- Acto II: La gitana (Cuadro I. En un lugar montañoso de Vizcaya. Cuadro II. Claustro de un convento cercano a Castellar)
- Acto III: El hijo de la gitana (Cuadro I. Campamento de las tropas del Conde de Luna. Cuadro II. Sala de la fortaleza de Castellar)
- Acto IV: El suplicio (Cuadro I. Ante la torre del palacio de la Aljafería en Zaragoza. Cuadro II. Calabozo del palacio
Algunas óperas de Verdi:
- Nabucco (1842), de tema bíblico;
- Macbeth (1847), inspirada en Shakespeare;
- Ernani (1844), basada en Víctor Hugo;
- Alzira (1845), de tema español;
- Luisa Miller (1849),
- Rigoletto (1851),
- Il trovatore y La traviata (1853),
- La forza del destino y Don Carlo, de tema español.