En El gran dictador de Charles Chaplin, hay una escena en que suena una pieza de ópera. Se trata, nada más y nada menos que de un fragmento de la maravillosa obertura de la ópera Lohengrin de Richard Wagner.
En la primera película sonora de Chaplin como es El gran dictador, no se podía haber elegido una pieza mejor paraesta escena que es sobradamente conocida por todos.
La película es del año 1940, cuando los Estados Unidos aún estaban en paz con Alemania, pero en ella se hace una crítica feroz contra el nazismo, el antisemitismo y todo tipo de dictadura.
En El gran dictador, Charles Chaplin interpreta dos papeles: el dictador Adenoid Hynkel y el del barbero judío. El primero es una clara parodia de Adolf Hitler, y el segundo nos recuerda al entrañable vagabundo Charlot.
Curiosamente, esta película, que estuvo nominada en cinco categorías en la decimotercera edición de los Premios Oscar, se fue de vacío. Pero el público, a lo largo de la historia la ha seguido aplaudiendo como una auténtica obra maestra.
Veamos ahora la escena en la que Charlie Chaplin, personificando a Adenoid Hynkel, juega con el mundo.
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