viernes, 29 de mayo de 2015

El humorismo gráfico español: Peridis

Peridis es uno de los grandes humoristas gráficos de España. Arquitecto de formación, especialista en el románico, lleva años publicando diariamente su viñeta humorística en El País.

Los estudiosos del periodismo han señalado que, hoy día, las viñetas funcionan muchas veces como editoriales gráficos. Me explico, normalmente el (artículo) editorial es el lugar donde el periódico como órgano expone su posicionamiento ante temas de la actualidad. Se supone que defiende una idea colegiada, por eso no va firmado. Sin embargo, por la vía del hecho, y dado que vivimos en una civilización cada vez más visual y menos textual, la viñeta de humor funciona como el editorial, marcando la posición colectiva del diario, aunque vaya firmada. Por eso un periódico se define también, y en gran medida, por la elección de sus colaboradores gráficos.

No cabe duda de que, como medio ideológico, la viñeta puede ser un elemento potente y favorece la absorción de la idea por parte del público con más facilidad que el texto, que exige mayor esfuerzo asimilador. Además, la viñeta obliga al dibujante a una síntesis brutal de la actualidad, a un uso muy sabio de imagen y texto. Y ello la dota de una gran plurisignificatividad.

Traigo aquí una de las últimas viñetas de Peridis, publicada el jueves 28 de mayo de 2015, comentando la España post-electoral. Hela aquí.


Esta viñeta la entendemos bien las personas de mi generación, los que ahora somos cincuentones o sesentones y que hemos sido educados en un fondo de cultura bíblica que ahora, en cierta forma, se ha perdido. Dudo que un joven de hoy pueda entender las alusiones que hay aquí, lo cual señala también cómo el concepto de cultura general es deslizante, cambiante, se va transformando con el paso del tiempo. Hoy por ejemplo, sería casi analfabeta una persona que no supiera distinguir un I-pod de un I-pad, o una tablet de un laptop, pero evidentemente en una sociedad secularizada la historia bíblica no forma parte del fondo de cultura común compartida o, al menos, no de la manera extensa en que antes sí formaba parte.

Vayamos a la interpretación de la viñeta:

Aparece un santo con su aura, un san "Petrus", que no puede ser otro que Pedro Sánchez, el líder del PSOE. Hay también una poderosa aparición, un dios que se muestra en el camino con un brillo majestuoso y que, en una democracia, no puede ser otra cosa que las urnas, es decir, el derecho del pueblo a votar en libertad. Ese es el eje, el principio intocable de la democracia. Y viene después un caballo y un jinete que se cae, del cual luego sabemos -en la segunda viñeta-, que se llama "Paulus" y que no puede ser otro que Pablo Iglesias, líder de Podemos.

Obviamente, se está aludiendo aquí a la caída del caballo de San Pablo camino de Damasco, cuando Dios se le apareció y se convirtió definitivamente a la nueva fe cristiana, de la que fue apóstol infatigable. La alusión es clara: Podemos está dejando de ser un partido radical, anti-sistema, y se está preparando para tomar el poder y tener responsabilidades de gobierno, convertido a una nueva fe democrática que exige moderación y en la que ningún partido tendrá el Poder Absoluto (la mayoría absoluta).

Fijémonos ahora en los colores: rojo para Sánchez, color tradicional del socialismo; morado para Iglesias, color bandera de su formación política. Sánchez dice "¿Hablemos?" e Iglesias responde "Pablemos", es decir, "hablemos pero a mi modo, a mi manera", lo cual demuestra que tiene una posición de dominio o de fuerza para negociar.

Si nos fijamos más, observamos que el color rojo de Sánchez está un poco anaranjado, lo cual puede ser una alusión a que el PSOE, más que un partido de izquierdas, se ha hecho una formación socialdemócrata y una pieza clave del sistema bipartidista y burgués que nos gobierna. Es decir, es un partido de un rojerío descafeinado.

Pero además, el rojo de Sánchez, junto con el amarillo del aura de santidad forman los colores de la bandera nacional española, y el nuevo Petrus tiene en su mano las llaves del Reino (de los Cielos), lo cual no es extraño a la iconografía católica tradicional de san Pedro, al que siempre se representa como portero del Cielo.

En definitiva, de lo que están hablando ambos líderes, Petrus y Paulus, los nuevos "santos" de esa fe moderna que es la democracia, es de la toma del poder después del paso de los españoles por las urnas. Pablo Iglesias deja claro que hablará de pactos sin renunciar a sus principios ("Pablemos"). Pedro Sánchez muestra que el PSOE es alternativa para gobernar España, pero que eso no lo podrá hacer en solitario. Por eso tiene que acercarse a Iglesias ("¿Hablamos?")

Por cierto, colateralmente señalo que en el comentario de Peridis coincide que el apellido de Pablo es Iglesias, lo que sitúa perfectamente todo el juego gráfico de la viñeta en la cultura bíblica. Y por si fuera poco, el nombre de Pablo Iglesias es históricamente el del padre del socialismo español, fundador del PSOE y la UGT. De manera que los nuevos apóstoles de la fe democrática, Petrus et Paulus, acabarán creando un nuevo Credo, un nuevo socialismo hispánico.

Una magnífica viñeta, ¿no os parece?

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