jueves, 15 de agosto de 2019

Algunos libros de lingüística

El verano es un tiempo estupendo para todo. Para descansar, para viajar, para leer...
Si queréis algún libro interesante sobre lingüística, algunas recomendaciones:
  • Enrique Bernárdez, Viaje lingüístico por el mundo. Iniciación a la tipología de las lenguas. Madrid, Alianza Editorial, 2016. El autor es catedrático de Lingüística en la Universidad Complutense y ha publicado otros títulos muy interesantes, como Qué son las lenguas (1999, reeditado en 2004) y El lenguaje como cultura (2008). Como germanista, también tiene un libro titulado Los mitos germánicos (2002).
  • Juan Carlos Moreno Cabrera, La dignidad e igualdad de las lenguas. Crítica de la discriminación lingüística. Cabrera es un autor muy recomendable, tiene también una obra fundamental, El universo de las lenguas, que es una gran enciclopedia de la diversidad lingüística.
  • Edward Sapir, El lenguaje. México, Fondo de Cultura Económica. Es un clásico de 1921, traducido al español en 1954 y que aún hoy sigue siendo válido.
  • Christine Kenneally, La primera palabra. La búsqueda de los orígenes del lenguaje.
  • David Crystal, La revolución del lenguaje.
Estos autores y sus obras nos permiten conocer mejor la diversidad lingüística del planeta, plantean problemas teóricos, como el ergativo, la posesión alienable-inalienable, el aspecto perfectivo, la evidencialidad, la diferenciación preposición-posposición, la criollización de las lenguas..., nociones poco conocidas fuera del mundo de la disciplina lingüística. Hay también ejemplos prácticos, comentarios extensos sobre lenguas como el swahili, el groenlandés, el sumerio... Se citan fuentes fundamentales para el estudioso, como el WALS (World Atlas of Linguistic Strctures) o el Ethnologue.

Se nos cuenta, por ejemplo, que a lo largo de la historia humana se ha calculado que han existido entre 150 mil y 500 mil lenguas distintas y que, hoy en día, existen aproximadamente entre 5 y 6 mil lenguas diferentes, si bien hay un grupo de unas diez, entre las que está el español, que nos permiten comunicarnos con millones de personas en todo el planeta.

Hay también lenguas en donde, en lugar de 3 personas gramaticales, hay cuatro, por ejemplo el navajo de Estados Unidos y Canadá, o el tlingit de Alaska.

Es importante diferenciar entre sexismo y género gramatical. Hay lenguas como la islandesa que tienen 3 géneros gramaticales, pero se hablan en sociedades muy igualitarias. Sin embargo, el malayo no tiene géneros gramaticales, pero se habla en una sociedad muy machista, entre otras cosas muy influida por el Islam.

Se aborda también la diferencia entre lengua, dialecto, idioma, habla y se recuerda la famosa definición de que "Una lengua es un dialecto con ejército", que se ha atribuido a varias personalidades, lingüistas o no.

Nos enteramos también de cosas curiosas como que el caló o romaní es una lengua de la familia indo-irania central y términos como chaval, chavala son de procedencia gitana.

Desde el punto de vista de la diversidad lingüística, el continente más rico es África y el más uniforme, Europa, continente en el cual parece haber sido muy importante el Cáucaso, pues de él partieron las oleadas indoeuropeas que permitieron el establecimiento de muchos pueblos y culturas entre sí emparentadas. También la Polinesia, dada su reciente ocupación humana, presenta poca variedad: el maorí, el hawaiano, el tongano o el samoano son bastante parecidos. Sin embargo, un lugar de enorme variedad lingüística es la inmensa isla de Nueva Guinea.

El método histórico-comparado para la clasificación genética de las lenguas surgió sobre todo en el siglo XIX, con funcionarios como William Jones (1746-1794), funcionario colonial británico destinado en la India que, en 1786, señaló las semejanzas entre sánscrito, latín, griego, gótico, las lenguas célticas y el persa, lengua sobre la que él mismo escribió una gramática. El juez Jones, que había sido formado en la tradición clásica grecolatina de las universidades inglesas, se dio cuenta de que las lenguas antiguas se parecían mucho entre sí y de ahí nació la hipótesis del indoeuropeo.

(Sobre el indoeuropeo y William Jones, puede leerse más información en esta entrada de Letr@heridahttps://lenguavempace.blogspot.com/2015/07/el-indoeuropeo-nuestro-antepasado-comun.html

Antes de él, el jesuita francés Gaston-Laurent Coeurdoux (1691-1779), en 1767, ya había expuesto sus ideas de esas semejanzas, añadiendo además las lenguas germánicas y el ruso.

Gracias al comparatismo decimonónico, las lenguas se agruparon en categorías: aislantes o analíticas, sintéticas o aglutinantes, flexivas (como las indoeuropeas)...

En fin, recomendables lecturas.

Buen verano.

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