Además de los casos más conocidos en las declinaciones de sustantivos (nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo y ablativo), existe en algunas lenguas unos casos llamados ergativo y absolutivo.
Para explicarlos bien, empecemos por el latín, que es lengua de declinaciones. Hoy día, también lo es el alemán. Pero en español, solo quedan restos de las declinaciones en los pronombres personales (yo, mí, me, conmigo...).
En latín, el sujeto se marca con el caso nominativo: dominus, rosa, canis... Y el objeto de un verbo transitivo se marcaba con una -m final, que indicaba caso acusativo: dominum, rosam, canem... Así, se decía dominus venit / el señor viene o, con verbo transitivo, dominus occidit canem /el señor mata a un perro.
A esta construcción es a la que se llama"alineación nominativo-acusativo", y es la que tienen todas las lenguas indoeuropeas. Sin embargo, en lenguas antiguas como el sumerio la cuestión es diferente. El sujeto de un verbo intransitivo está en un caso que llamamos absolutivo. Pero si el verbo es transitivo, entonces el sujeto (o por mejor decir, el agente de la acción) aparecerá en un caso que llamamos ergativo. Lo característico del caso absolutivo es la ausencia de marcas. Pero el ergativo siempre tiene alguna marca morfológica que lo indica: un sufijo, -k, -m o lo que sea.
La palabra "ergativo" deriva del griego ergon, acto, y es pues el caso del elemento activo, del agente de la acción o sujeto. El ergativo no aparece en muchas lenguas actuales, pero sí en el euskera. También en las lenguas del Cáucaso, y por eso los lingüistas, que aún no saben a ciencia cierta el origen de la lengua ancestral vasca, han querido relacionarlo con aquella zona geográfica europea.
Veamos un verbo intransitivo en vasco: el sujeto o agente, en caso absolutivo, no llevará desinencia: gizona dator / el hombre viene; mutila dator / el niño viene. Pero si queremos expresar una oración transitiva, entonces el agente estará en caso ergativo, con desinencia -k, y el objeto es el que se quedará en caso absolutivo (sin desinencia, en lugar de tener la desinencia propia del caso acusativo, que es el propio del objeto): gizonak mutila ikusten du / el hombre ve al niño; mutilak gizona ikusten du / el niño ve al hombre.
El caso ergativo solo aparece en vasco y las lenguas caucásicas, no hay más ni en Europa ni en África, aunque sí hay lenguas con ergativo en Australia y Nueva Guinea, en Norteameríca, Centroameríca, el Amazonas...
Eso es lo que hace tan preciosa a la lengua vasca. Un tesoro que hay que conservar y estudiar.
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