Fragmento del guion del corto, en aragonés
-Pedro, nos fa talta a tuya aduya porque as chens d’Almudévar hemos metiu un pleito a o sol y cal que nos aduyes con os chueces y letraus de Uesca pa ganar o pleito.
- ¿Un pleito a o sol? ¿Y de dó viene ixa ocurrencia?, ¿que tos a feito pues?
- Siempre nos fiere de frent camin ta Uesca. ¿Imos t’allá? Nos fiere a cara; ¿venimos d’allá?, nos torna a ferir a cara. Y l’atro día a Simaco Pérez y a Calisto Espuendas les sucedió que de ferir-les o sol se tornoron burriciegos; y como esto aconteció ya a atros en atras ocasions pasadas no queremos que nos acontezca a totz, hue uno, manyana dos, porque dimpués os d’atros lugars nos farán a mofla y nos clamarán golletz y cegallosos. Por ixo hemos metiu pleito a o sol, y dica que le ganemos y no nos fiera más de cara camín ta Uesca, no hemos de parar.
-¿Pleito al sol hetz metiu? ¿Qué dirán os atros lugars?
-Que digan o que quieran; más vale que digan ixo que no tornar-nos burriciegos y que dimpués no valgamos pa cosa, y nos faigan a figa y no lo veigamos.
Resumen del capítulo
Mientras Pedro Saputo estaba en la Corte, los de Almudévar pusieron un Pleito al sol y, al volver a su lugar, uno del concejo se lo comentó:
- Pleito al sol, porque siempre nos fiere de frente en el camino de Huesca. ¿Vamós allá? Nos fiere de cara; ¿venimos de allá?, nos torna a ferir de cara. Y el otro día a Simaco Pérez y a Calisto Espuendas les sucedió que de así ferirles el sol se tornaron cegatos… no queremos que nos acontezca a todos, hoy uno mañana dos, porque después los de otros lugares nos farán mueca y nos llamarán ojitos y guiñosos. Y ya puedes tú que eres tan agudo y tan aquel, mirar y fer que esto no se pierda y trabajar con los jueces y letrados, que al fin bien los pagamos, que yo dié el otro día una ovella que me tocó para los gastos.
- ¿Qué diran los otros pueblos?, preguntó Saputo.
- Que digan lo que quieran, respondió otro…; más vale que digan eso que no tornarnos cegatos y después no valgamos para cosa, y nos fagan la figa y no lo veigamos. Y ya puedes traballar, si no a volar d’icho lugar, que parece que desde que has estado en la corte del rey ya no te conocemos.
Pedro Saputo les dice:
- Yo os doy palabra que el pleito se acabará en breve y que lo ganaremos.
Después de hablar con el letrado en Huesca, se volvió a Almudévar discurriendo el modo de salir del paso, dejando a los de su lugar por tontos hasta la consumación de los siglos. Al convocarlos, Saputo les cuenta:
- Hijos de Almudévar, os participo que hemos ganado el pleito al sol…fui al Juez y ha sentenciado a nuestro favor; e yo tomando una copia de la sentencia: “En la ciudad de Huesca…el sol en adelante no sea osado de ferilles de cara cuando vengan de Huesca y se vuelvan a su lugar, con solo y tanto que vengan por la tarde y se vuelvan por la mañana…”
La multitud gritó:
- ¡Viva Almudévar! ¡Viva Pedro Saputo!
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