- Era tan alegre que nunca comprendió la ley de la gravedad.
- Era tan alto que se comió un yogur y cuando llegó al estómago ya estaba caducado.
- Era una adivina tan buena que no solo adivinaba el futuro, sino también el pluscuamperfecto de subjuntivo.
- Era tan alto que tropezó en un pueblo y cayó en otro.
- Era tan alto que tropezó en jueves y cayó en domingo.
- Era tan alto que tenía una nube en el ojo.
- Era tan alto que tenía pájaros en la cabeza.
- Era tan avaro que no pelaba patatas, sino que las lijaba.
- Era tan bajo que la cabeza le olía a pies.
- Tenía la boca tan pequeña que solo podía comer espaguettis.
- Tenía la boca tan pequeña que para decir tres tenía que decir uno, uno, uno.
¡Hala, a analizar tocan!
Os recuerdo que hay otras subordinadas consecutivas que no llevan intensificador, del tipo:
Os recuerdo que hay otras subordinadas consecutivas que no llevan intensificador, del tipo:
- Pienso, luego existo.
- No estudiaste, así que has suspendido.
A ésas, algunos gramáticos prefieren considerarlas coordinadas ilativas.
Por otro lado, si queremos hacer una comparativa en vez de una consecutiva, entonces tenemos que comparar dos magnitudes como mínimo.
- Era tan alto como su hermano.
- Era tan bajo como su primo.
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