Esta es una carta que decidí escribirle a uno de los problemas que me llevan atormentando algún tiempo...
Estimada Ansiedad:
Seré breve, pues no quiero quitarle mucho tiempo. Me gustaría preguntarle algunas cosas de vital importancia, como... ¿Por qué me atormenta? ¿Le pagan por molestarme? De ser así, podría llegar a entender su trabajo, pero... Si ese no es el caso, ¿le importaría explicarme el motivo de su existencia? Resulta bastante molesto no tener el control de mis actos.
No le diré cuántas veces he sufrido a su costa, ya que ni yo las cuento. Solo le narraré lo mal que lo paso. ¿Sabe usted lo que se siente al hiperventilar? ¿Sentir que se queda sin aire? ¿Llorar de frustración mientras el corazón late rápidamente y el cerebro se queda en blanco? No lo sabe, porque si lo supiera no lo haría.
Así que, desde lo más profundo de mi ser, le pido que salga por la puerta de mi consciencia, vaya fuera, gire a la derecha en la calle No vuelva, siga todo recto por la avenida Déjeme en paz y caiga por el puente de Váyase a la mierda.
Gracias por su consideración.
Fdo.: Una chica cansada de aguantarle.
Me gusta mucho. Me siento identificada por desgracia.
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