El viernes 12 de enero de 2007,
por la noche el alcalde de Fago (Miguel Grima) regresaba de una reunión en
Jaca. Cuando iba por la carretera tuvo que detenerse porque una barrera de
piedras le impedía el paso y al bajar del coche para ver que sucedía fue
tiroteado con una escopeta que contenía una bala pequeña de plomo y su cadáver
fue arrojado a un barranco.
La Guardia Civil estuvo
investigando sobre el asesino del alcalde y el 2 de febrero detuvieron a
Santiago Mainar, el cual era un gran enemigo del fallecido.
La escopeta nunca volvió a aparecer pero se encontraron pruebas de
ADN en el automóvil en el que se encontraba Grima, después de 12 horas de
interrogatorio al supuesto asesino terminó confesando que fue el asesino y que
no iba acompañado de nadie más.
En 2009 durante el juicio de Santiago Mainar asistieron muchos
periodistas y el negó que fue el que realizó el crimen, ya que añadió que sólo
lo había dicho para que dejaran al pueblo en paz. Acabó condenado veinte años
de prisión ya que a la Guardia Civil en la confesión le dio datos que sólo el
asesino podía conocer, además de destacar el hallazgo de restos biológicos que
había en el coche del alcalde y que procedían de él.
Aunque hayan pasado todos estos años siguen teniendo dudas de si
lo hizo el solo y el pueblo quiere recuperar la normalidad, porque sólo
hablando con sus habitantes se descubre la división entre los dos bandos que
hay en el pequeño pueblo del Pirineo aragonés.
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