En estos días se oye mucho esta expresión referida al caso catalán: ¿Hay en España presos políticos? ¿O hay políticos presos?
Dejando aparte las cuestiones políticas, el asunto nos retrotrae a la vieja cuestión del orden del adjetivo en español. Creo que todo el mundo entenderá la diferencia entre expresiones como: un gran hombre-un hombre grande, una gran ciudad-una ciudad grande, un santo triste-un triste santo...
Hay adjetivos en español que, al ser colocados delante o detrás del sustantivo, varían de forma: primer /tercer piso-piso primero / tercero; un chico bueno-un buen chico; un mal consejo-un consejo malo, una gran idea-una idea grande...
En "presos políticos", está claro que el sustantivo - "presos"- va en primer lugar y después el adejtivo, "políticos". Pero en "políticos presos", el sustantivo es "políticos" y el adjetivo, "presos". El cambio de significado es tan espectacular que suele provocar trifulcas políticas.
Cosas del lenguaje. Y de la gramática.
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