En un lugar no muy lejano,
se hallaban sus pensamientos,
aunque ella decir podía
que se trataba de un sueño.
Sueño ajeno a lo cercano,
sueño como algo indescriptible,
cuando al mirar sus ojos
todo parece flotar cual nube.
No se si será su nombre,
que resuena en mi cabeza,
o la letra que solloza
pues nunca será leída.
Aquel llanto en media noche,
oirán los que aun sigan
el camino de las aves
y de los bichos por día.
Pues aún no ha acabado
su lamento y sollozando,
se hallará perdida,
en un enorme mar oscuro,
lleno de rosas marchitas.
Secretos que por momentos,
a la luz se arriman,
pero poco a poco piensa
y de aquel sueño se olvida.
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