La que camina con los cascos puestos,
llevando su mirada a cualquier rincón.
Siendo su único rincón la música,
no el mundo en el que está caminando.
Sueña darle un abrazo apretao a la Luna,
así de alto va,
persiguiendo sus propósitos y apartando los dramas de su camino,
porque no son más que una piedra que se puede evitar.
Aprendió a poner en prioridad el ser feliz,
el llevarse por los impulsos y lo que el cuerpo le pide,
en reír e ignorar, que es la clave del éxito.
Aprendió que el tiempo corre porque es un cobarde
y no lo quiere malgastar.
Vive, dijo ella, y así lo hace.
Sinceridad,
palabra aterradora para algunos,
palabra favorita para otros.
Sinceridad,
lo que me da la música,
lo que saco con mi guitarra,
de las 6 cuerdas que tiene,
ninguna miente, es más,
todas se unen para expresar sentimientos.
Si el mundo fuera música,
amaría cada uno de sus pequeños detalles.
Te encontré,
te escuché,
y el resto del mundo desapareció.
Refugiándome a tu lado en las noches que parecían no tener fin.
Mientras otros dormían,
yo sólo me dejaba llevar por ti,
haciendo melodías que jamás llegué a imaginar.
Gracias por bajarme a la tierra,
yo que soy de perderme por la Luna.
Quédate con quién ilumine tu vida como la Luna a la oscuridad,
con aquel que no te haga sentirte anclad@ en el pasado
y con el que sientas que estás escuchando tu canción favorita.
Me encantan estos poemas tan llenos de sentimiento. Muy bonitos
ResponderEliminarEs un poema muy bonito y que transmite mucho.
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