No busques un trébol de cuatro hojas porque no vas a encontrarlo,
No intentes recuperar lo extinguido, lo hecho pedazos,
sería como intentar que respire un pez ahogado.
No me busques, no lo intentes.
Somos ese trébol que quería tener cuatro hojas y acabó con cinco.
Y ese pez que, por querer aguantar demasiado fuera del agua, acabó ahogado.
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