Este poema lo escribí en otra clase de latín que no hubo profesor... Y se lo dedico a uno de mis hermanos pequeños. Siempre va apurado.
Tic, tac, ¿qué hora es?
Las ocho menos diez,
¡levanta de una vez!
Desayuna y vístete deprisa,
pero no manches tu camisa.
Tic, tac, ¿qué hora es?
¡Madre mía, ya son las tres!
Será mejor que te pongas a comer.
¡Para! ¡Para! ¡No corras tanto
que, si no, pasarás un mal rato!
Tic, tac, ¿qué hora es?
¿Las once y diez?
¿Es que no lo ves?
¡Tira a la cama que mañana tienes clase
y luego no hay quién te levante!
A mi lo ultimo me pasa mucho, esta genial la poesia.
ResponderEliminarMe encanta como escribes, no dejes de hacerlo porque se te da genial
ResponderEliminarMe gusta un montón como escribes. Además a mi muchas veces me pasa lo mismo.
ResponderEliminar