Aída es una esclava etíope de la corte del faraón. Está enamorada del jefe de los soldados egipcios, Radamés. Pero al soldado también lo ama Amneris, hija del faraón. Radamés quiere a Aida y no a la princesa. Se va a la guerra contra los etíopes y vuelve victorioso. Las trompetas anuncian su triunfo. Trae muchos prisioneros, entre ellos al padre de Aída, llamado Amonasro, rey de los etíopes. El faraón dice a Radamés que pida lo que quiera tras su victoria y él pide la libertad de los presos.
Aída cita a Radamés junto al río, pero antes de que llegue su padre le pide algo terrible: que traicione a Radamés y le pregunte dónde piensa llevar al ejército egipcio para la nueva batalla. Así los etíopes atacarán por sorpresa y vencerán. Aída no quiero hacerlo, pero su padre insista y finalmente ella acepta. Amonasro se esconde y espera la llegada de Radamés. Aída sugiere a su amado que se vayan de Egipto y le hace la pregunta. Radamés no sospecha la traición y dice por dónde irán los soldados. Amonasro sale de su escondite y se presenta como el padre de Aída. Radamés se queda helado. Los soldados del faraón lo ven con su enemigo y lo detienen. Amneris lo llama traidor. Aída escapa, su padre muere durante la fuga. Radamés es condenado a muerte. Amneris le suplica que se case con ella para evitar la sentencia, pero él prefiere morir. Amneris deja que los soldados lleven a Radamés a la cueva que cerrarán con un tremenda piedra para que muera asfixiado. Cuando él está allí encerrado, en la que va a ser su tumba, aparece Aida, que se había escondido para morir al lado de su amor. Y así mueren ambos, mientras Amneris llora porque Radamés ha preferido la muerte a casarse con ella.
Celeste Aida
Possente Ftha...Tu che dal nulla
- Alcolea, Ana (2018), El maravilloso mundo de la ópera. Ilustr.: Óscar T. Pérez. Madrid: Anaya.
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